Santander/Oviedo (E.P.).-La Autovía del Cantábrico (A-8) queda contemplada este sábado con la puesta en servicio de los casi 28 kilómetros de los dos últimos tramos que restaban en Cantabria, el de Solares-La Encina y La Encina-Torrelavega, que se pondrán en servicio "a la hora de comer" y que generarán ahorros de unos "14 Ó 15 minutos" respecto a la actual carretera N-634.
La ministra de Fomento, Ana Pastor, y el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, han sido los encargados de descubrir en el enlace de La Penilla el hito que conmemora estas obras.
Mientras que la ministra ha resaltado en el acto que la vertebración de la Cornisa Cantábrica a través de una infraestructura viaria de alta capacidad ha dejado de ser una "promesa de futuro" para convertirse en una "realidad presente", Revilla, aunque lo ha agradecido, ha opinado que con la puesta en servicio de estos dos tramos de la A-8 se está "reparando una deuda" con la región, que ha sido la "última" donde se han acabado los trabajos.
"Cantabria siempre ha sido la última", ha lamentado Revilla, quien ha recordado las vicisitudes por las que ha pasado estos tramos, en los que --ha dicho-- ha habido "planteamientos desastrosos". Así se ha referido a la propuesta de un peaje realizada en la etapa de Francisco Álvarez Cascos como ministro de Fomento del PP o la paralización llevada a cabo por el socialista José Blanco, un ministro de "nefasto recuerdo", según el presidente cántabro, que ha realizado este "chorreo" --así lo ha definido él mismo-- ante la ministra y otras autoridades.
También Pastor ha recordado la época en la que la obra estuvo paralizada y ha asegurado que cuando llegó al Ministerio en esta legislatura que está a punto de concluir se encontró que los tramos de Cantabria estaban "arrinconados", algo que, según ha asegurado, desde el Gobierno central del PP, "no se podían permitir".
La ministra no sólo ha destacado el "impulso" que el PP ha dado a la A-8 en Cantabria, sino que lo ha hecho extensivo a lo hecho en otras comunidades.
Según ha comentado, en esta legislatura, se han puesto en servicio 11 tramos de la A-8 y en tres años se ha ejecutado más del 80% de las obras, invirtiéndose en los últimos cuatro años en esta autovía 675 millones de euros.
Pastor ha asegurado que los beneficios de esta obra son "evidentes" ya que, según señala Fomento, supondrá una mejora para los usuarios de la A-67 entre Torrelavega y Santander y los de la autovía S-10 de acceso por el Este a Santander, al conseguir que los tráficos de largo de recorrido que actualmente eligen estas autovías para circular entre Bilbao y Asturias, o los usuarios de la autovía A-67 que no necesitan entrar a Santander, circulen por la nueva autovía A-8 como alternativa mucho más competitiva que la actual carretera N-634.
La circulación por la nueva autovía A-8 significará, según el Ministerio, un "notable incremento" de su seguridad vial y comodidad de conducción, así como la ganancia de tiempo de un cuarto de hora.