A través de un comunicado UGT destaca que esta cifra crece por segundo año consecutivo situándose a niveles de 2012, con el agravante de que el índice de incidencia sobre la población ocupada --número de accidentes por cada 100.000 trabajadores-- se ha disparado respecto a ese año, lo cual significa un alarmante aumento de la siniestralidad a pesar de la pérdida de población activa.

   Así, hasta el 31 de agosto del presente año, fecha en la que se dispone del último dato oficial, se han producido un total de 7.842 accidentes de trabajo, lo que supone un 3,42% más que en el mismo periodo de 2014. De ellos, 7.035 han sido durante la jornada de trabajo y 807 "in itínere".

   "Una vez más se demuestra que tanto la precariedad laboral como la inestabilidad en la contratación están directamente relacionados con el aumento de la siniestralidad", destaca el sindicato.

   Ante esta situación la organización sindical reitera una vez más la necesidad de dotar al mercado de trabajo de una mayor estabilidad laboral y que se garantice de forma efectiva el derecho del trabajador a desarrollar su actividad laboral sin que ello suponga poner en riesgo su salud e incluso su vida.