En concreto, el informe de la Sindicatura de Cuentas explica que la negativa a proporcionar información no es nueva y se produce desde hace años. Señala que no se ha facilitado acceso informático a datos de todo el ejercicio 2014 y afirma que los aportados "no son suficientes para una fiscalización completa de los hechos posteriores a 2013".

   El Gobierno asturiano presentó una alegación a este punto, a través de la Intervención General. "En definitiva, la Intervención General no considera justificada la pretensión de acceso a un ejercicio activo (el 2014), con fluctuaciones muy importantes de información contable, y que no es objeto de auditoría durante la fiscalización de la Cuenta General de 2013", señala la alegación, que no ha sido tenida en cuenta.

   De hecho, Avelino Viejo no comparte esa argumentación y la considera "chocante". A su juicio no es el Gobierno el que decide lo que tiene que fiscalizar y lo que no desde la Sindicatura de Cuentas. Respecto a la justificación relativa a que los números pueden experimentar fluctuaciones, Viejo considera que no es suficiente porque eso es algo que los auditores ya conocen. "No comprendemos esa actitud de no facilitar acceso a esa información", ha señalado, insistiendo en que la labor de control sale perjudicada.

   Ha explicado que otros órganos fiscalizadores en otras comunidades autónomas y países tienen acceso en línea a todos los datos de la Administración. "La Sindicatura no cejará en su empeño de obtener esa información; de no hacerlo seguiremos poniéndolo de manifiesto", ha advertido.