Oviedo.-Son muchos años seguidos ya en los primeros puestos y Oviedo pudo tener el lujo de contar con un artista que tiene ese carisma especial que engancha tanto a niñas como abuelitas, sin descontar por supuesto al público masculino que hoy y siempre bailan y gozan de sus canciones.
Desde primeras horas de la tarde ya la primera fila estaba reservada por chicas deseosas de estar lo mas cerca posible de su ídolo y a las 00.30, sin dejar pasar apenas unos segundos su equipo de producción con una sincronización y orden perfecto dieron entrada al cantante ante los gritos ensordecedores de los cientos de personas que se apretujaban en la plaza.
Baladas, saltos, contoneos, guiños, no dejaron de salir del escenario en dirección a quien no cerraba los ojos ni los oídos y donde la temperatura del personal subía por momentos.
Un concierto de casi dos horas de duración que dejó a buen seguro satisfecho a todo el público allí presente.
Una señora avanzada en años no quiso evitar decirle a la que tenía al lado :"vaya bueno que ta el Carlos Baute, mañana voy a decírselo a la mi nieta que lo vi pa darle envidia".
En momentos determinados de la actuación dió paso a que subieran al escenario varias chicas y un par de niños(niña y niño), a los que les hizo un pequeño truco de magia sacando de un pañuelo una rosa roja.
Todas sus canciones más conocidas a lo largo de las dos horas cerraron a la espera del concierto de Melendi, en La Eria, las actuaciones estelares de La Catedral.