El ministro de Fomento y portavoz del Gobierno, José Blanco, ha asegurado esta mañana que
el Ejecutivo continuará tomando las medidas necesarias para "fortalecer la línea de seguridad" de España en el contexto económico porque, ha afirmado: "estamos en una guerra sin cuartel contra la crisis".

Blanco ha participado  en la inauguración del curso 2011-2012 del Fórum Europa-Tribuna Galicia en Compostela, donde ha repasado la actualidad política internacional, nacional y autonómica ante el delegado del Gobierno, Miguel Cortizo; el líder del PSdeG, Pachi Vázquez; el conselleiro de Infraestructuras, Agustín Hernández; y diputados, senadores y alcaldes, entre otras autoridades.

En cuanto al ámbito exterior, ha recordado la situación de crisis económica mundial que puso a muchos países "al borde del precipicio" en mayo de 2010 y ha advertido de que, tres años después de su inicio, el mundo se enfrenta a una "nueva recesión o estancamiento". "Pero mal de muchos no consuela a nadie", ha apostillado Blanco, quien ha insistido en la búsqueda de soluciones, particularmente en la zona del euro, entre ellas la emisión de eurobonos.

El ministro portavoz del Gobierno ha explicado que el camino para una auténtica gobernanza económica europea y una unión fiscal "no va a ser fácil para nadie" pero todos los países están "cediendo", pues no es un "camino de imposiciones" sino de negociación, que "obliga a todos los gobiernos a tomar decisiones con tanta rapidez que son a veces difíciles de entender por los ciudadanos".

Entre ellas, ha apuntado, la constitucionalización de la estabilidad presupuestaria, aprobada en España con la reforma de la Carta Magna. Con ella, ha continuado, España "ha dado un importante paso que nos legitima para reclamar ante los demás países europeos que continuemos avanzando en una dirección que inexcusablemente tiene que acabar en que los países con moneda única emitamos deuda bajo el mismo instrumento, los eurobonos".

"Evidentemente algo habremos hecho bien para resistir esta fuerte tormenta durante tanto tiempo", ha subrayado el ministro, quien ha reiterado su defensa de las iniciativas puestas en marcha en España, que ha demostrado no ser como Grecia, Italia o Portugal. Esta "carrera contrarreloj para salvaguardar el Estado del bienestar" es la "prioridad" del Gobierno "por encima de cualquier confrontación política o debate electoral", ha sostenido Blanco, quien ha reconocido comprender que la forma en la que se ha llevado a cabo dicha reforma ha podido ser "difícil de asimilar", aunque ha agregado que más difícil es entender "que se cuestione el fondo".

"La estabilidad presupuestaria da a los gobiernos más autonomía financiera frente a los mercados, porque quien financia el déficit son esos, los mercados", ha alegado Blanco, quien ha señalado que es un "razonamiento sensato" preferir financiar con impuestos antes que con deuda, de forma que el Estado del bienestar y los servicios públicos no dependan de la "volatilidad" de dichos mercados.

Según el ministro, no se defiende el Estado del bienestar con eslóganes fáciles sino con medidas realistas, y por ello ha reconocido además que España está viviendo una "situación injusta", pues mucha gente lo está pasando mal y unos pocos "especuladores" se están beneficiando, pero "por muy verdad que sea", ha asegurado, si no se aumentan los ingresos del Estado, el país no mejorará.

También ha indicado que la constitucionalización de la estabilidad presupuestaria debía darse con rapidez para afrontar la desaceleración económica global porque, si se alargaba el proceso, "seguro que muchos de los que ahora se lamentan por la celeridad con la que hemos hecho la reforma, en cuatro meses se estarían lamentando por haberse opuesto a ella", ha concluido