Stephen Corry, director de Survival International, el movimiento global por los derechos de los pueblos indígenas y tribales, ha criticado el argumento de un editorial publicado recientemente en la revista Science que aboga por forzar el contacto con los pueblos indígenas en aislamiento.
Los antropólogos estadounidenses Robert Walker y Kim Hill defendían en dicho artículo que los gobiernos están violando su responsabilidad de proteger a los pueblos indígenas en aislamiento si rechazan “los contactos autorizados y bien planificados”. Sin embargo Corry evoca la experiencia brasileña de misiones de contacto forzoso, que fuera parte de la política oficial durante décadas pero que se saldó con innumerables tribus diezmadas.
Sydney Possuelo, exdirector del departamento de asuntos indígenas de Brasil, FUNAI, relata: “Creía que sería posible hacerlo sin dolor o muertes y organicé uno de los frentes mejor equipados que FUNAI haya tenido nunca. Lo preparé todo (…). Puse en marcha un sistema con médicos y enfermeros. Me aprovisioné con medicamentos para combatir las epidemias que siempre sobrevienen. Disponía de vehículos, un helicóptero, radios y personal experimentado. Pensé: ‘No dejaré que ni un solo indígena muera’. Y se produjo el contacto, las enfermedades llegaron y los indígenas murieron”.
Stephen Corry va más allá y refuta también las afirmaciones de Walker y Hill de que los pueblos indígenas aislados no son “viables”; que “poco después de un contacto pacífico (…) las poblaciones indígenas que sobreviven se recuperan rápidamente del declive demográfico”; y que es “improbable” que estos pueblos “escogiesen el aislamiento si dispusiesen de información completa (por ejemplo, si supiesen que el contacto no provocaría masacres y esclavitud)”.
Corry plantea que el principal asesino de los pueblos indígenas recién contactados es la enfermedad, seguida de la violencia y después el robo de tierras, y el resultado es una desintegración social catastrófica. Esto es clara y trágicamente evidente en muchas reservas de nativos americanos o entre los guaraníes de Brasil, donde el suicidio de la persona más joven registrado hasta el momento fue el de una niña de 9 años.
La salud de Jakarewyj (izquierda), una mujer awá, se ha deteriorado drásticamente desde que su grupo fue contactado el pasado mes de diciembre. © Survival International, 2015 |
En Perú, donde los últimos avistamientos de indígenas aislados mashco-piros ocupan titulares informativos desde hace semanas, la organización de indígenas amazónicos peruana AIDESEP y numerosos grupos indígenas más pequeños también han emitido un comunicado en respuesta al editorial de Science, en el que declaran rechazar “cualquier pretensión o acto, venga de quien venga, que busque imponer una forma de vida que nuestros hermanos en aislamiento y contacto inicial rechazan.”
Wamaxúa, un hombre awá del noreste de la Amazonia brasileña, declaró: “Cuando vivía en la selva, tenía una buena vida. Ahora, si me encuentro con algún awá no contactado en la selva, le diré: ‘¡No te vayas! Quédate en la selva (…) No hay nada aquí fuera para ustedes’.” Dos mujeres de los tres awás recientemente contactados se encuentran gravemente enfermas tras haber sido forzadas a salir de su selva en diciembre de 2014.
Corry argumenta que la clave para detener la aniquilación de los pueblos indígenas y tribales en América del Sur pasa por proteger sus derechos territoriales, consagrados tanto en las legislaciones nacionales como en el derecho internacional. Todos los pueblos indígenas aislados se enfrentan a una catástrofe a menos que sus tierras sean protegidas.
“La supervivencia de los pueblos indígenas depende de la protección de su tierra. Esto es particularmente vital para quienes eligen evitar el contacto, pero también aplicable a quienes lo buscan (y ningún analista serio dice que se les deba prohibir hacerlo) (…) Representan la mayor diversidad de la humanidad y demuestran la universalidad del ingenio humano al dar forma al entorno empáticamente para mejorar la vida. Son pueblos por derecho propio”, reflexiona Stephen Corry en su artículo publicado en OjoPúblico.
Visualiza el corto de Survival que documenta experiencias de primer contacto de pueblos indígenas.
FOTO PORTADA: Indígenas no contactados en la Amazonia brasileña, vistos desde el aire, mayo de 2008.
© G. Miranda/FUNAI/Survival