Rubén Arranz/DICYT En el momento del Big Bang, se cree que existía la misma cantidad de materia que de antimateria. Por alguna razón que el ser humano desconoce, la primera prevaleció sobre la segunda, que desapareció, lo que dio lugar a la creación del Universo y de todos los elementos que lo componen. El experimento ALPHA del Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN) trata de arrojar un poco de luz acerca de este fenómeno, sobre por qué se esfumó la antimateria tras ese gran estallido, algo que ayudaría a comprender algunas cuestiones determinantes como el porqué del hombre o el qué hace aquí, según el investigador y portavoz del proyecto, Jeffrey Hangst.
El ser humano y lo que le rodea está compuesto de partículas de materia. Como ya se predijo hace tiempo, hay una especie de "espejo" de esta materia, lo opuesto a ello, es decir, la antimateria. Aunque para el público esto suene "a ciencia ficción", los físicos trabajan constantemente con ella y la crean en los laboratorios, ha explicado a DiCYT este investigador del CERN, el mayor centro del mundo de investigación en física de partículas y ubicado en Suiza.
Según postulan los científicos, la supuesta preferencia de la naturaleza por la materia hizo que en el momento de la creación del mundo ésta se expandiera frente a la antimateria. La comprensión de este hecho, sobre el que no existen respuestas, daría al hombre las claves de su existencia y de por qué está compuesto de materia, ha añadido.
Para ello, desde el CERN trabajan con antimateria e intentan estudiarla en proyectos como ALPHA. En 2010, los científicos empleados en este fin lograron por primera vez atrapar durante 16 minutos 300 átomos de ésta, muy difícil de retener, en lo que se considera un hito en la investigación sobre ella.
Algunas aplicaciones
El tipo de antimateria que se utiliza en estos laboratorios sólo sirve, con el conocimiento actual, para la investigación. Sin embargo, en los hospitales se utilizan elementos como los positrones -antielectrones- para pruebas como la resonancia magnética. "Ésa es una aplicación real y muy clara de la antimateria". Su transferencia a otros campos es un "tema que no me preocupa" en mi investigación, pues sólo "pienso en ella para responder a preguntas relacionadas con qué hace el universo aquí" o "cómo ha evolucionado", ha aseverado.
En este sentido, ha reconocido que con el conocimiento que se posee actualmente no es posible pensar en la antimateria como una fuente de energía. "En la película Star Trek probablemente ellos encontraron fuentes de antimateria. Nosotros no la tenemos. Si las encontráramos realmente, entonces sí sería una buena fuente de energía, pero por el momento es imposible".
Investigaciones como las que desarrollan el grupo de este profesor de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) persiguen también auspiciar un cambio cultural en la población mundial, según explica. "Quizá no lleve a mover los coches, pero quizá si mueva la imaginación de la gente para pensar hasta dónde hemos llegado o dónde podríamos llegar por el mero hecho de estudiarla, producirla, almacenarla, ver qué es capaz de hacer", ha afirmado el científico, que ha participado hoy en su primer acto público en España.
Fuentes de energía actuales
Para Hangst, mientras se descubren otras fuentes de energía nueva, es necesario investigar sobre otras, como es el caso de la nuclear que, si bien ha sido la causante de algunos accidentes, tiene futuro si es capaz de desarrollarse de una forma segura. Ha recordado que en la actualidad hay proyectos piloto de energía nuclear de fusión, que se ha demostrado que es rentable, pues ya produce más energía de la que necesita para activarse.
El investigador ha valorado marcos de debate como el promovido por el Museo Nacional de la Energía, pues en en un terreno como éste es "crucial" reflexionar sobre el pasado, aprender sobre los errores que se han cometido y formar a los ciudadanos para que, en medio del debate energético global, sean capaces de tomar decisiones "acertadas, meditadas e informadas"