Santander. – "La escritura vive un momento interesante en muchas parcelas de la sociedad en las que antes había una actitud pasiva, ahora es activa", ha señalado la escritora Anna Caballé, que participa en el ciclo los Martes Literarios de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en relación a las redes sociales en las que, al fin y al cabo, "la escritura es la herramienta principal".
La escritora catalana, ganadora del Premio Manuel Alvar de Estudios Humanísticos 2015 con el ensayo Pase la mañana escribiendo. Poéticas del diarismo español, se ha referido a los beneficios que han aportado las nuevas tecnologías. No obstante, ha apuntado que "Internet ha hecho mucho más difícil la vida profesional del escritor".
Todo esto lo dice en un momento, según ella, en el que géneros como las memorias, diarios, cartas y biográficas viven un momento de auge. "La sociedad se ha dado cuenta de la importancia que tiene este tipo de escritura, que en la actualidad despierta gran interés y una presencia pública importante", ha añadido. Aun con todo, la mayor experta de este género en lengua castellana, ha lamentado que exista "una relación complicada" entra la sociedad española y la cultura, algo que no debería ser así ya que "la cultura es fundamental para el desarrollo".
Aunque muchas editoriales, "han hecho un gran esfuerzo" por salir adelante, hay autores que tiene que recurrir a la autopublicación y es que, la sociedad actual "vive un momento de cambio". "Las cosas que antes funcionaban, ahora ya no", ha explicado y ha incidido en que por eso muchos escritores tienen que poner dinero de sus bolsillos.
Para finalizar, Anna Caballé ha hablado de los diarios, el género de la escritura biográfica que más ha tardado en cobrar fuerza en la escritura. "Muchos escritores han recurrido a él para hacer libros literarios, pero no tienen por qué serlo", ha explicado la autora. Según ella: "La diferencia entre una novela y una biografía reside en que esta última tiene que ajustarse a los hechos y no puede improvisar".
Fotografía: Juan Manuel Serrano