Médicos Sin Fronteras (MSF) ha hecho público hoy el informe: Yemen: la hemorragia constante en el que documenta la falta de acceso a la salud de la población civil yemení y el colapso del sistema sanitario en un país desgarrado por la guerra.
MSF, que durante el conflicto ha tratado a más de 10.500 heridos y ha realizado casi 5.000 intervenciones quirúrgicas, analiza el tratamiento de los heridos de guerra, la ruptura del abastecimiento de agua y de los servicios públicos, la situación sanitaria de los desplazados, los ataques al personal médico y a las infraestructuras sanitarias, las necesidades específicas de atención médica de los niños y niñas yemeníes, la propagación de enfermedades contagiosas y la dificultad para llevar a cabo campañas de vacunación en el contexto actual y, por último, el acceso a la asistencia sanitaria para los pacientes con enfermedades crónicas.
Mientras los combates continúan, en gran parte del noroeste del país los ataques aéreos de la coalición están golpeando barrios densamente poblados, causando gran número y daños materiales. Los enfrentamientos que tienen lugar en las calles y pueblos del sur del país están causando más víctimas aún. El embargo de armas impuesto al país ha tenido como consecuencia que la entrada de bienes (como combustible, medicamentos y alimentos básicos) resulte extremadamente complicada. Incluso cuando se consigue introducir en Yemen, las autoridades, a menudo, no los distribuyen de forma adecuada y el resultado es un mercado negro que resulta inasequible para gran parte de la población. El embargo y las dificultades de distribución de bienes básicos han causado un bloqueo de facto en el que los servicios públicos de electricidad y agua, entre otros, están gravemente interrumpidos. La falta de combustible se traduce en medios de transporte limitados y en la parálisis de la mayor parte de los vehículos. El transporte de agua y la recogida de basura han dejado de funcionar en casi todo el país.
Colapso del sector sanitario
Uno de los ámbitos que sufren en gran medida las consecuencias del conflicto es el de la atención sanitaria. Combustible, medicamentos, equipo médico y otras importaciones de material específico que son esenciales para proporcionar atención médica son muy complicados de obtener. Así mismo, infraestructuras sanitarias como hospitales, centros de salud y ambulancias están resultando dañadas en el conflicto, ya sea de forma directa y premeditada o como consecuencia de los daños colaterales. Estos ataques están poniendo en peligro a los pacientes y al personal médico. Muchos profesionales sanitarios han huido de Yemen y cuantiosos hospitales han cerrado dado que no pueden operar en las actuales circunstancias. El bloqueo y la violencia en curso están paralizando gravemente la capacidad de asistencia del sistema sanitario local para responder tanto a las necesidades rutinarias como a las de emergencia producto de la guerra.
Os adjuntamos un resumen en español de lo más destacado del informe.