La Guardia Civil de la Comandancia de Oviedo procedió a la detención de dos 

personas e imputación de otras dos como supuestas autoras de varios delitos 

de daños (realización de numerosas pintadas “graffitis” en diversos bienes muebles

e inmuebles.
La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Oviedo, inició unas 

investigaciones dentro del marco de la Operación denominada“Garabato” las 

cuales se remontan al pasado mes de mayo del presente año cuando tres jóvenes 

con el rostro tapado a fin de ocultar su identidad, fueron sorprendidos en la estación

de ferrocarril de Collanzo de Aller (Asturias) cuando estaban realizando pintadas 

sobre el tren que escasos minutos antes había hecho una parada.
Al ser recriminada esta acción por el maquinista del tren,  éste fue agredido por los 

jóvenes resultando con lesiones consistentes en la rotura de los huesos propios de 

la nariz así como un esguince cervical.
Tras un  minucioso estudio de las características morfológicas y cromáticas de los 

“graffitis” plasmados en el tren por parte de la Policía Judicial de la Guardia Civil de

Oviedo, estos fueron cotejados con multitud de imágenes obtenidas sobre hechos 

similares perpetrados en distintos puntos de la geografía española, se pudo constatar 

la existencia de numerosos hechos cuyas características eran claramente coincidentes 

repitiéndose patrones comunes.
Simultáneamente a estas investigaciones la Guardia Civil procedió a montar un operativo

de servicio en torno a los posibles objetivos de las pintadas, consiguiendo la detención e 

identificación de un grupo de jóvenes residentes en la localidad de Burgos y otras localidades 

cercanas los cuales se dedicaban a realizar esta clase de pintadas.

Tras varias gestiones, la Guardia Civil llegó al conocimiento de la existencia de un grupo  de 

jóvenes que se concentraban entre ellos con el fin de trasladarse a distintos puntos del país:

Collanzo y Pola de Laviana (Asturias), Cistierna (León), Marrón y Renedo (Cantabria) y 
Burgos, donde llevaban a cabo la realización de graffitis  sobre distintos bienes muebles e i

nmuebles (establecimientos públicos, paredes y sobretodo en los trenes de FEVE y RENFE).
Los daños ocasionados por estas pinturas fueron valorados en más de 100.000 euros, 

implicando en varias ocasiones la paralización de los trenes al verse estos afectados en las 

lunas de las máquinas e impedir con ello la correcta visibilidad de los maquinistas.