Juan Carlos Ortega, en el prólogo de Proyecto XI, asegura que la novela le enganchó desde el primer momento y no pudo parar de leer hasta el final. ¿Cómo lo conseguiste?
Creo que él mismo responde, en el propio prólogo, utilizando su genial sentido del humor. Dice: “No sé cuál va a ser la suerte que corra esta novela, pero si en el mundo hubiera justicia se vendería a millones, y su autor podría regalarme un piso por haber sido su primer lector entusiasmado.”
¿Qué es Proyecto XI?
Un thriller. Precisando más se trata una novela negra con elementos paranormales, en la que los libros juegan un papel importante.
¿Puedes avanzarnos algo sobre su argumento?
El escéptico periodista Jon Vivaldi se halla inmerso en una serie de reportajes con los que pretende desvelar el fraude sobre el que se asientan las ciencias ocultas. Justo antes de su desaparición envía un misterioso correo electrónico a su editora y amiga, Anna Krauss, en el que le pide que acuda en su ayuda a un viejo inmueble situado en la calle Poeta Cabanyes de Barcelona. Allí Anna encontrará el ordenador portátil de Jon y el diario de Bastian, un niño que treinta años atrás vivió como en aquel lugar ejerciendo de adivinador. Con la ayuda de un equipo integrado por detectives, informáticos y expertos en otras disciplinas, Anna iniciará la trepidante búsqueda de Jon, que les conducirá hasta un extraño asesinato ritual cometido en 1974.
¿Te identificas con algún personaje?
Con Bastian. Tiene algunas facultades muy peculiares, por ejemplo es capaz de predecir el futuro utilizando las novelas. Pero de una forma muy metafórica, Bastian soy yo. En el fondo cualquier lector empedernido es Bastian.
¿Por qué está ambientada tu novela en el barrio del Poble Sec de Barcelona?
Yo nací allí. Y para mí el Poble Sec cuenta con elementos inspiradores. A diferencia de otras profesiones, el proceso de formación de un escritor comienza muy pronto. Los libros que lees durante la infancia y la adolescencia son fundamentales, te marcan para siempre. Y aquellas lecturas las hice en sus calles y sus plazas. Como escritor también nací allí.
¿Has tenido alguna experiencia paranormal como le suceden a los protagonistas de Proyecto XI?
Si. Dos, en concreto. Y además no me pasaron estando solo, me sucedieron estando con otras personas, con lo cual tengo la absoluta certeza de que “aquello” realmente ocurrió. Estoy convencido de que hay cosas que no podemos entender, pero forman parte de la naturaleza y están ahí. Una de esas dos experiencias está metida en Proyecto XI, puesto que me inspiró uno de los personajes: Mikel.
¿Cómo decidiste dar el paso y ser escritor?
Tenía doce años cuando cayó en mis manos un ejemplar de Cien años de soledad. Tras la lectura de las primeras páginas, donde Gabriel García Márquez nos habla de Macondo y los Buendía, descubrí mi vocación. Aunque luego la vida me llevó por otros caminos: estudié económicas y desarrollé mi carrera profesional en el mundo de la empresa. Pero hace años sufrí una tragedia personal, la pérdida de un ser muy cercano y muy querido. Si la vida es un tren en marcha, mi vagón se paró. Miré a mi alrededor y lo que vi no me gustó: no era feliz. Entonces decidí recuperar el viejo sueño de mi infancia: escribir.
¿Estás satisfecho con esta nueva etapa y el camino que has tomado?
Sí. Ha habido momentos extraordinarios: por ejemplo da vértigo pensar que Proyecto XI entra en las casas de los lectores, viaja con ellos en el metro o duerme sobre su mesa de noche. Pero también ha habido momentos duros: ser uno mismo no es un empeño fácil, y a veces elegir tu propio camino supone pagar un alto precio.
En Proyecto XI se habla de otros libros, como La historia interminable, Ana Karenina, 2666, Rojo y negro, Cien años de soledad… ¿Crees que un lector novel puede seguir sin problemas la historia?
Sin duda. Proyecto XI va dirigida a todos los lectores. La historia del arte y de la literatura está llena de anécdotas entretenidas y divertidas. He querido relatar algunas, pero siempre en estilo llano, lejos de las complicadas y aburridas disertaciones de académicos y catedráticos. Me gustaría que, además de entretenerse, el lector tenga la sensación de que la novela le ha aportado algo más.
¿Qué importancia tiene la literatura en tu vida y en la de los personajes?
Los libros tienen para mí una importancia capital. Quizá en el fondo ellos sean los auténticos protagonistas de esta novela. Muchos de los personajes de Proyecto XI son, como yo, lectores habituales, personas que se evaden de cuanto les rodea dejándose llevar por las páginas impresas, seres para quienes un mundo sin libros sería un mundo distinto, un mundo distante y decididamente peor.