La protección solar evita las nefastas consecuencias de la radiación ultravioleta (quemaduras, envejecimiento celular o desarrollo de carcinomas en la piel). Ahora bien, sus beneficios no eximen a estos productos cosméticos de la posibilidad de generar problemas para la salud. Por eso las autoridades sanitarias vigilan su composición para evitar otro tipo de males.
Entre otras limitaciones, las administraciones europea y estadounidense limitan al 8% la concentración máxima del filtro EDP, un componente de los protectores que está asociado asociado a trastornos hormonales y ha sido recientemente estudiado por investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) en colaboración con la Universidad de Valencia.
La UCO ha profundizado en la forma en la que el cuerpo humano metaboliza el EDP en un estudio sobre la presencia de esta sustancia en semen, publicado recientemente en la revista Analytical & Bioanalytical Chemistry . El trabajo confirma la acumulación de este componente en el organismo, con los riesgos que ello podría suponer, según explica la catedrática de Química Analítica de la UCO Dolores Luque.
Además, se ha creado un método de análisis que permite conocer más detalles sobre el metabolismo del EDP en vivo (hasta ahora sólo había sido estudiado a escala de laboratorio). Un sencillo y eficaz test permite, de manera automatizada y empleando la espectrometría de masas, detectar la presencia del EDP y de sus metabolitos en la orina, a través de la cual se elimina el 0,5% del total, según el trabajo de investigación publicado en Journal Chromatography A.
Ambas investigaciones se llevaron a cabo con hombres y mujeres que voluntariamente usaron los protectores solares y se prestaron al análisis. Además, fue refrendado estadísticamente