Falleció José Emilio Fariza

Falleció José Emilio Fariza

Me llega la triste noticia de que acaba de fallecer mi buen amigo, astur galaico universal, José Emilio Martínez Fariza. Una persona que ha formado parte de la historia presente de Oviedo desde que allá por los finales de los 60 vino a residir a nuestra ciudad montando un importante despacho laboral a cuyo frente continúa en la actualidad su hijo José Emilio.

Fariza, como todos le llamábamos, fue un profesional del Derecho que rápidamente se integró en la sociedad ovetense, haciendo que su fama como laboralista se extendiera por toda Asturias lo que hizo que mantuviera también despacho abierto en Mieres y Cangas del Narcea.

Le conocí allá por 1969 cuando las instalaciones del diario La Voz de Asturias estaban en la calle de Gil de Jaz y él escribía un artículo semanal sobre temas de su competencia. Tenía una gran amistad con el entonces director José Díaz Jácome, que era de Mondoñedo, y con el propietario del periódico José Eladio Amado de Lema que llegó a nombrarle consejero del citado periódico. Pronto Fariza y yo nos hicimos amigos tomando en horas de asueto gin fizz en la cafetería Rivoli donde discutíamos de lo humano y de lo divino. Fariza estaba enterado de muchos temas de la sociedad asturiana y yo, entonces modesto cronista laboral, le agradecía no solo su información sino también su opinión.

El presumía de gallego pero yo le tomaba el pelo ya que había nacido en un pequeño pueblo de Burgos, creo que se llama Zalduengo, aunque con pocos meses pasó a vivir a Vigo ciudad a la que estuvo siempre muy enganchado, especialmente en época del verano.

Sus relaciones públicas, su energía personal y su conocimiento local hizo que con el paso del tiempo accediera a la presidencia del club de balonmano Naranco al que ascendió a las principales cotas deportivas. Hizo una gran labor durante veinte años como responsable del club recibiendo el reconocimiento de la ciudad y de una afición que desde que lo dejó siempre le hecho de menos. Siempre tuve la sospecha de que al gran José Emilio le hubiera gustado haber sido presidente del Real Oviedo pero entre su compromiso con el Naranco y su intensa labor profesional no se atrevió a dar el paso aunque oportunidad tuvo.

Era presidente de Honor del Colegio de Graduados Sociales de Asturias en el que fue presidente haciendo una impresionante labor en pro de la mejora de su profesión. Y es que de casta le venía el galgo ya que su madre, también graduada social, fue una mujer pionera en Galícia en defender los intereses de la clase trabajadora, principalmente de la gente del campo, y que en aquellos tiempos, cuando Girón era ministro de Trabajo, se la conocía como "la pasionaria blanca".

José Emilio Martínez Fariza pese a que la salud le falló en los últimos años, con una importante operación de corazón y la lucha contra una aguda diabetis, no tiró nunca la toalla. No hace aún una semana le encontré en la calle Covadonga y nos tomamos a medias un gin fizz en "La Goleta" comentando los últimos acontecimientos políticos y el nuevo giro que se daba en el ayuntamiento de Oviedo.

Si, se me ha ido un buen amigo y un mejor ovetense que lo era por derecho propio tras vivir en nuestra ciudad hace más de 45 años. Descanse en paz y a su esposa María Dolores e hijos, un fuerte abrazo. Le echaremos siempre de menos.


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