A preguntas de los periodistas en Oviedo, donde Dragó ha acudido como miembro del jurado de los Premios Princesa de Asturias de las Letras, el escritor ha argumentado que la España "eterna" tiene cinco caras.

   La primera es buena y es la España "mágica", que es heterodoxa, oculta y enigmática. La segunda, es la "trágica", que es cainita, con envidias y que ha propiciado las guerras civiles. Una tercera es la "hortera", la del 'pelotazo' y el ladrillo.

   La cuarta, también mala y que es la actual, es la "España pícara y podrida", la que es corrupta. Son diferentes caras de un país, según Sánchez Dragó, que surgen en diferentes épocas, como poliedro. "Lo que hizo Roldán y lo que están haciendo tantos otros, que vemos en los periódicos, es lo que hizo en su época el conde-duque de Olivares y duque de Lerma", ha argumentado.

   Sánchez Dragó ha reconocido que él, que ha venido acuñando incluso topónimos negativos hacia España como 'vandalia', 'cigarria', 'zangania', 'jamonia' o 'gambonia', ha descubierto recientemente que Asturias tiene una quinta cara. Y que, al igual que la primera, también es buena.

   "Es un eslabón bueno, tras tres malos", ha señalado. "También es una España que se ha producido y que forma parte de nuestro ADN; y además Asturias tiene bastante que ver con ella", ha zanjado, sin dar más detalles.