Como no podía ser de otra forma, los jugadores quisieron este lunes celebrar con su afición el deseado ascenso, tras el incidente del desvío ayer del avión que les traía de Cádiz a Santiago de Compostela y una vez descansados, a las 7 de la tarde acudieron al Ayuntamiento de la capital para brindar con sus seguidores.
Uno a uno fueron accediendo ante el sonido de las gaitas y subiendo a los balcones del consistorio, una vez allí descorcharon unas cuantas botellas de sidra achampanada como buen equipo Astur e hicieron las delicias de los cientos de seguidores que no quisieron perder la cita.
Antes y en un autobús descapotable recorrieron las calles de la ciudad desde el Estadio Carlos Tartiere.
La fiesta continuó en la Plaza de America donde tenían preparado un escenario por el que fueron desfilando al ritmo y presentación especial de un animador que no podía ser otro que Diego Cervero.
Palabras de mucho cariño salieron de la boca de Arturo Elías hacia esta ciudad y esta afición y una humildad que hace que este equipo sea como es por parte del Mister Sergio Egea, que dejó todo el protagonismo a los jugadores, salvo cuando le “obligaron” a hablar.
La fiesta finalizó pasadas las 10 de la noche para el equipo y afición, ya que los jugadores y equipo técnico continuarán con una cena privada a la espera del partido que aún queda para dilucidar quien será el equipo campeón de esta división, un partido más anecdótico que otra cosa, pero que servirá para despedir a los jugadores hasta la tan soñada división de plata de la temporada que viene.
Diario de un ascenso por Jaime Arrebola
Y llegamos a Oviedo, que ganas teníamos de poder celebrar el ascenso en nuestra ciudad, con nuestros amigos que no pudieron desplazarse, con los jugadores, después de mas de 8 horas de viaje guardando al máximo las leyes de tráfico, podemos descansar a la espera esta tarde en la celebración.
Estaremos en primera fila para verlos de nuevo en el ayuntamiento y como no, después en la Plaza de America. El himno del Oviedo, el de Asturias y el de Melendi no pudieron faltar a la cita.
Da gusto viajar cuando la compañía es grata y amigable, como así ha sido con mis dos compañeros de viaje que me siguen acompañando hasta el fin de fiesta que estamos celebrando.
Hemos esperando muchos años, pero ahora que lo veo en la distancia la espera ha merecido la pena y ha sido un verdadero placer habéroslo podido contar.