La UE es uno de los mayores productores y exportadores de armas a nivel mundial. Sin embargo, mientras que la venta de armamento militar a terceros países está regulada por un código de conducta, el material que se exporta para uso civil no está incluido en el mismo. El pasado miércoles, la comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo dio luz verde a las nuevas normas destinadas a mejorar la transparencia en la exportación de armas para uso deportivo y recreativo.
Según el eurodiputado popular italiano Salvatore Iacolino, autor del proyecto de informe sobre armas de fuego, "este texto es el primer instrumento vinculante sobre armas de pequeño calibre".
Las nuevas normas constituyen una aplicación parcial del Protocolo de la ONU aprobado en 2001, cuyo objetivo es luchar contra la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego. El reglamento establece un nuevo marco para la importación, exportación y el tránsito de estas armas, aunque solo afecta a la venta de armamento a terceros países, no entre los propios Estados miembros.
Hasta ahora solo trece Estados miembros habían ratificado el protocolo: Bélgica, Bulgaria, Chipre, Estonia, Italia, Letonia, Lituania, Países Bajos, Eslovaquia, Eslovenia y España. El reglamento refuerza la normativa común y permite la aplicación del protocolo de la ONU.
Agilizar el proceso
El texto incluye un procedimiento por el cual los Estados miembros solo podrán exportar armas a un determinado país una vez que éste lo haya autorizado y siempre que los países de tránsito tampoco presenten ninguna objeción. Además, los Veintisiete dispondrían de 60 días para autorizar las solicitudes de exportación de armas, mientras que la validez de estas autorizaciones será de doce meses y, en algunos casos, de hasta dos años.
"Esto permitirá agilizar el proceso burocrático del comercio de armas en actividades cívicas como la caza" aclaró Iacolino. "Aunque cuando haya motivos razonables para creer que una venta está destinada al tráfico ilegal, los Estados miembros podrán denegar su autorización", puntualizó el eurodiputado italiano.
Contra el tráfico ilegal
Las nuevas reglas que establece esta propuesta deberían ayudar a combatir el tráfico ilegal de armas anteriormente mencionado "porque gracias a una comunicación más eficaz entre los países podremos controlar más exhaustivamente la exportación de estos instrumentos", manifestó Salvatore Iacolino. De la misma manera, las sanciones serán más fácilmente aplicables. "No debemos olvidar que éste es un negocio muy ventajoso para el crimen organizado", destacó el autor del texto.
La contribución económica de esta industria
Según el último informe del Consejo Europeo, en 2009 la Unión Europea exportó equipamiento militar por valor de 40.300 millones de euros, de los cuales unos 600 millones provenían de armas de pequeño calibre.
Iacolino subrayó la importancia de la industria del armamento para Europa puesto que "contribuye significativamente al PIB y al empleo. Los retrasos y la ineficacia por parte de las administraciones nacionales deberían desaparecer progresivamente gracias a esta nueva legislación".
Salvatore Iacolino tiene mandato para negociar directamente con el Consejo antes de que se produzca la votación en la sesión plenaria, con el objetivo de obtener un acuerdo en primera lectura.