No importa, sea cisne o avestruz, la cuestión es poder meter la cabeza bajo el ala, o bajo tierra, así tratamos de escurrir el bulto para que no se note nuestra presencia, no vaya a ser que se torne negativa.

                        La mas frecuente de las expresiones, desde hace un par de meses, es que estamos hartos de políticos y de votaciones. ¡ parece mentira !, hace, apenas unos pocos años, la gente estaba en la clandestinidad, luchando por alcanzar las libertades democráticas, y de pronto, los jóvenes, pasan, y los que tratan de condenar a los inmovilistas como “casta”, una mayoría, sin apenas haber tenido poder, ya son una nueva casta,  quedando como espectadores aburridos los que lucharon por la democracia, sin afán de poder, oyendo, día tras día, las noticias sobre una nueva corrupción, en todo el estado y de todos los colores. Quien les iba a decir que aquellos de, ¡ la imaginación al poder ! una vez alcanzado este, la imaginación se suprime, al igual que la corbata.

'Asta su abuelo'

                        Ya poco tiene en común, ni en la propia Grecia, aquellas incipientes democracias del siglo V a. C. con las recuperadas por los occidentales en los tiempos modernos, y llegado este momento, o se busca un medio de purificar el sistema democrático o, mucho me temo, que acabemos con la propia democracia; claro, que al mismo tiempo que suprimimos la corbata, utilizamos en las “arengas”, las palabras democracia, libertad, derechos humanos, ecetera, ecetera; creo que el ritmo para el mitin es el meter una de estas palabras cada dos frases; también se meten, aunque menos, la de “obrero” o incluso “español ”. Se da por supuesto, una amplia perorata de ofertas; creación de puestos de trabajo, bajada de impuestos, vacaciones para la tercera edad, calidad de enseñanza, sanidad y asistencia, todo gratis; un obsequio del político de turno.

'El sueño de la Razón produce monstruos'

                        Y llegó la hora de las votaciones, y ¿ a quien votar ?. El sistema de democracia actual está devaluado porque los políticos, apoyados por sus acólitos, han anulado a las personas de buena voluntad evitando que la “conciencia” pueda condicionar la “manipulación”; hablamos de la corrupción de los políticos, pero en realidad los corruptos somos los ciudadanos: Yo conozco bastantes casos de gentes que se movían, no hace mucho contra el municipio, sinceramente, creí que tenían intenciones sociales en bien de la comunidad... una vez “colocados”, se meten la cabeza debajo el ala, o bajo tierra como el avestruz; todo está bien,¡ ande yo caliente... !

Meter la cabeza bajo el ala

                        Todavía seguimos utilizando términos anacrónicos de “derechas o izquierdas “ banderas y signos, de otros tiempos, cuando en el fondo lo que hacen, la mayoría de los que van a la politica y sus acólitos, es “cambiarse de chaqueta”, para no perder la oportunidad, lógicamente, con las honrosas excepciones que mantienen sueños e ideales.

                        Llevamos una campaña aburrida y casi obscena. Estamos en crisis, pero nadie nos habla de formulas para afrontarla, lo único que hacen los lideres, tratar de descalificar al contrario, al que, hasta el momento presente han estado apoyándolo, gracias a lo cual, cobraron buenos salarios del erario público mientras el pueblo se lamenta porque no tienen trabajo.

                    Cuando Navelgas tenía orgullo  

Me asombro cuando veo las ofertas de los que nos han gobernado durante estos doce años en el municipio de Tineo, ahora, con deudas, van a realizar lo que no han podido hacer en años anteriores, pero tienen que mantener una amplia plantilla...por que sino se nos dispara el paro. Me gustaría reivindicar la atención para la Escuela Hogar, la realización de los vestuarios y duchas para el uso del polideportivo, la reposición de farolas que tienen que pagar los seguros, la limpieza de las sendas y caminos, el mantenimiento del asfalto en buenas condiciones, para que la gente que nos visite con el motivo del Campeonato Mundial de Bateo de Oro, se lleve una buena impresión, y ya de paso, que, tras la “fiesta”, no nos queden solamente cascos de botellas vacíos, que nos queden unas infraestructuras preparadas para su uso.

                        Claro que por lo que puedo observar, preferimos meter la cabeza bajo el ala... y la basura bajo la alfombra. Porque no nos preguntamos, con la pregunta que nos hacíamos en la época de Franco. ¿ Si estamos también como dicen, porqué estamos tan mal ?. Goya volvería a hacer los Caprichos. Y, como diría mi amigo Mingote: ¡ Vote a Gundisalvo, a usted que mas le da !