Según ha explicado la entidad en una nota de prensa, este resultado se asienta sobre el negocio típico bancario. En este periodo, la Caja mantiene la tendencia de crecimiento manifestada en el pasado ejercicio y la merma de plusvalías, ingresos atípicos por importe de 3,20 millones de euros, fue compensada con unas menores dotaciones de 4,50 millones de euros.

   La Caja aumentó el volumen de su balance hasta marzo y alcanzó los 4.141 millones de euros, cifra que supone un incremento del 20% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. El volumen de negocio de la entidad 4.755 millones de euros es un 3,74% superior al del primer trimestre del ejercicio 2014.

   Del volumen de negocio se desprenden los recursos gestionados de clientes, 2.671 millones de euros un 10,25% más que en el primer trimestre del año anterior. Respecto al crédito a clientes, hasta marzo asciende a 2.084 millones de euros, un 3,25% menos que en el ejercicio anterior.

   Caja Rural de Asturias concedió en este primer trimestre un total de 2.326 operaciones de crédito por un importe total de 55 millones de euros de los que corresponden al sector productivo asturiano 26 millones de euros.

   La evolución favorable del negocio se completa con una cifra de recursos fuera de balance de 289,6 millones de euros, un 15,08% superior al registrado a cierre de marzo de 2014. En este primer trimestre la Caja incorporó 3.411 nuevos clientes y 1.039 empresas y autónomos.

   Paralelamente, la Caja mejora la calidad de todos sus activos y mantiene unos niveles de solvencia entre los más elevados del sector con una ratio de Capital 1 del 16.53%. Respecto a lo primero, Caja Rural de Asturias mantiene la tendencia de reducción de la morosidad ya apreciada en el ejercicio 2014, situando ese ratio en el 8,94% frente al 9,73% de hace un año.