{Acotación editorial} La imposición de la disciplina católica a los niños fue ya objeto y sujeto de grave fractura social durante el régimen de Franco, al punto de que dos iglesias 'protestantes' , en disenso, fueron autorizadas por la Dictadura. Que la lengua asturiana siga siendo preterida y marginada no parece importar a quienes desdicen al lado más claro de la Iglesia, y mantienen su exigencia de perversión infantil: La fé no se gana a golpes, ni a 'tiros', en este caso contra la voluntariedad.
El actual régimen legislativo, a partir de las reformas impulsadas por el Partido Popular, impone de frorma grosera, para cualquier católico coherente, una signatura de confesión a los gentiles. Insistir en ello, aún usando las Escrituras como soporte, dice bien poco de la capacidad evangelizadora de quienes tal predican.
Asturias (E.P.).- La Plataforma Asturiana de Religión en la Escuela ha acusado este jueves a la consejera de Educación de "responder con mofa y con mala educación a quien piensa diferente" cuando dijo '"no soy un diablo que reduce las horas de Religión".
Desde la plataforma han solicitado el amparo del Presidente del Gobierno de Asturias "a la hora de velar por el merecido respeto hacia todos los ciudadanos en el legítimo ejercicio de Gobierno".
"El Proyecto de Decreto para Secundaria y Bachillerato presentado por la Consejería de Educación supone una manifiesta agresión, particularmente asturiana a la asignatura de Religión que agrava el recorte ya sufrido en Primaria", señala.
Y añaden que "sólo en Asturias se reduce la presencia de la asignatura de Religión en Bachillerato a una sola hora semanal, haciendo imposible su elección en primero de Bachillerato para un buen número de alumnos y eliminándola en segundo curso".
"La supresión de la asignatura de Religión en Bachillerato responde, única y exclusivamente, a cuestiones de índole ideológico. Se ofertan otras asignaturas optativas que tampoco entran en las revalidas", sostienen.
Y concluyen pidiendo "respeto y talante democrático con quienes únicamente aspiramos a poder elegir en libertad la educación que queremos para nuestros hijos, derecho recogido en nuestra Constitución".