Homenaje a Francisco Tomás y Valiente, “un referente unánime para la democracia”

Homenaje a Francisco Tomás y Valiente, “un referente unánime para la democracia”

La Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y la Fundación Instituto de Cultura del Sur han rendido hoy en Santander un homenaje póstumo al expresidente del Tribunal Constitucional y profesor universitario Francisco Tomás y Valiente, asesinado por ETA en 1996, al que todos los participantes coincidieron en señalar como “un referente unánime para la democracia española”.

 

El acto ‘La Transición en Mayúsculas: Homenaje a Francisco Tomás y Valiente’ coincide con el XV aniversario del asesinato del jurista, historiador y escritor, y contó con la presencia de los presidentes del Tribunal Constitucional (TC)  y de la Audiencia Nacional, Pascual Sala y Ángel Juanes Peces, respectivamente; la consejera de Estado, María Teresa Fernández de la Vega; los expresidentes del TC, Manuel Jiménez de Parga y María Emilia Casas, y los juristas Elías Díaz y Gregorio Peces-Barba.

También participaron el consejero delegado de Prisa Juan Luis Cebrián; el vicepresidente de Caja Madrid, Virgilio Zapatero; el rector de la UIMP, Salvador Ordóñez; el presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), Federico Gutiérrez-Solana, y el vicepresidente de la Fundación Instituto de Cultura del Sur, José Manuel Gómez Bravo.

Durante su intervención, Pascual Sala hizo hincapié en la labor docente de su antecesor en el cargo, de quien recordó “su exaltación en la defensa de los derechos fundamentales de todos los españoles”. “Fue un ilustre profesor y ejerció excepcionalmente la presidencia del Constitucional, contribuyendo a instituir la institución”, señaló.

 

Fernández de la Vega reivindicó las enseñanzas de Tomás y Valiente y manifestó que el “único camino” de la libertad es el de “la justicia y la tolerancia”. En este sentido, la consejera de Estado elogió el compromiso permanente del homenajeado con “la paz, la democracia y la igualdad” y valoró la convicción que tenía por “edificar con la razón como instrumento”.

“Pocos como él constituyen un referente tan unánime de lo que queremos ser como nación”, resumió Ángel Juanes, quien afirmó que la democracia “necesita de hombres ejemplares” como Tomás y Valiente, a quien señaló como una “fuente de conocimiento moral”. Asimismo, el presidente de la Audiencia Nacional recalcó su “espíritu de tolerancia” y su defensa de una España “plural y no excluyente”.

 

Por su parte, Jiménez de Parga, que presidió el Alto Tribunal entre 2001 y 2004, alabó las “excelentes” actuaciones del homenajeado como magistrado, así como su aportación a la “convivencia libre de todos los españoles”. “Alzó su voz contra la injusticia y nos corresponde admirar su camino”, elogió el jurista.

“Nunca tendremos suficientes palabras para condenar su muerte”, expresó también María Emilia Casas. La magistrada puso en valor “la sabiduría, el rigor y la pasión” de su antecesor en el TC, y apuntó “conmovida” que tuvo la “oportunidad de vivir” a Tomás y Valiente a través de sus libros, de su persona y de su legado.

El catedrático emérito de Filosofía del Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid, Elías Díaz -que se encontraba hablando por teléfono con Tomás y Valiente cuando fue asesinado en su despacho- destacó la doble vertiente de su compañero como “intelectual crítico y hombre de Estado” y aseguró que con su muerte la banda terrorista ETA quiso “acallar y silenciar su voz”.

 

Una idea con la que coincidió Peces-Barba, que insistió en la “conmoción absoluta” y en el “golpe extraordinario” que supuso la muerte de Tomás y Valiente. “Su atentado en el templo laico del saber y el conocimiento mostró la sinrazón de unos auténticos asesinos”, opinó el ponente constitucional, que lamentó el asesinato “no solo de una persona” sino de todo lo que representaba para “el Estado de Derecho, la libertad y la democracia”.

Por su parte, Cebrián afirmó que era un “liberal progresista que creía en la democracia y los valores éticos” e hizo hincapié en su defensa de un Estado “fuerte, eficaz y democrático”. “Defendía que la libertad puede ejercerse gracias a la ley”, añadió el periodista, para quien Tomás y Valiente era una voz “prudente y moderada” que simbolizaba la razón.

“Un vulgar asesino nos privó del amigo, pero no de su legado”, aseguró también Virgilio Zapatero, quién destacó la autoridad “moral, intelectual y profesional” del jurista del que siempre recibió, según dijo, “consejos generosos” y una “gran lección de independencia”. Además, Gómez Bravo alabó el “compromiso cívico” de Tomás y Valiente, al que calificó como un “hombre de bien” que ayudó a crear un espacio de “paz y concordia”

 

Durante su alocución, el presidente de la CRUE señaló como un “deber” de los demócratas rendir homenaje a la memoria de Tomás y Valiente, a quien definió como un “defensor de la libertad del ser humano”. En esta línea, Gutiérrez-Solana aseguró que su “actividad pública” y su muerte son una muestra de que “la democracia siempre encontrará adversarios” frente a los cuales es necesario defenderla.

Por último, el rector de la UIMP destacó la importancia de traer a las aulas de El Palacio de La Magdalena un “fenómeno del pasado con influencia en el presente” como es la Transición, y reivindicó la necesidad de luchar por la juventud en un momento “oscuro, serio y proceloso” como el que atraviesa España en estos momentos.

En la pasada edición de ‘La Transición en Mayúsculas’, celebrada el 16 de julio de 2010 en el mismo escenario, el homenajeado fue el periodista Juan Luis Cebrián y tuvo por objetivo reconocer la labor de la prensa en el período de la Transición por su contribución a la consolidación democrática, en el segundo centenario de la Proclamación del Decreto de Libertad de expresión de 1810 en Cádiz.

 

Francisco Tomás y Valiente

Licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia, Francisco Tomás y Valiente tuvo una clara vocación docente desde muy temprano. Fue catedrático de Historia del Derecho en las universidades de La Laguna y de Salamanca y en 1980 se incorporó a la Universidad Autónoma de Madrid.

Fue presidente del Tribunal Constitucional desde 1986 hasta 1992 y, al término de su mandato, regresó a la universidad madrileña como catedrático de Historia del Derecho, en cuyo despacho fue asesinado por un miembro de ETA de tres disparos el 14 de febrero de 1996.

 

FOTO: María Teresa Fernández de la Vega, Pascual Sala, Ángel Juanes o María Emilia Casas, entre otras autoridades y amigos, recuerdan al jurista asesinado por ETA en 1996

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