La consejera de Bienestar Social destaca el compromiso del Gobierno de Asturias en la lucha contra el desperdicio de alimentos
- Graciela Blanco, que hoy ha participado en la apertura del II Encuentro de la Alianza contra el Hambre, juzga fundamental concienciar a la sociedad para modificar los hábitos de consumo
La consejera de Bienestar Social y Vivienda, Graciela Blanco, ha destacado hoy el compromiso del Gobierno de Asturias en la lucha contra el desperdicio de alimentos y la puesta en marcha de un programa de actuación en este ámbito que incluye 20 medidas concretas que se desarrollarán en colaboración con el Banco de Alimentos, la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) y entidades del tercer sector.
“Junto con la Universidad, el Banco de Alimentos y organizaciones sociales y del ámbito privado hemos impulsado un mecanismo que nos permite obtener una radiografía de la realidad asturiana y redistribuir los alimentos entre ciudadanos en situación de vulnerabilidad”, ha explicado.
Blanco, que hoy ha participado en la apertura del II Encuentro de la Alianza contra el Hambre y la Malnutrición de España, también ha reclamado un cambio de los hábitos de consumo de la sociedad para evitar el desperdicio de alimentos. “En Europa se tiran 89 millones de toneladas de comestibles, mientras 870 millones de personas pasan hambre cada día. Es inadmisible para cualquier conciencia”, ha subrayado.
A su juicio, para superar esta situación es imprescindible impulsar políticas de concienciación y sensibilización sobre el valor de los alimentos. En este sentido, ha indicado que el plan de recomendaciones que elaborarán los expertos reunidos estos días en Oviedo permitirá guiar la acción de los distintos agentes para reducir las pérdidas de víveres.
Naciones Unidas apuesta por eliminar el desperdicio de alimentos en El reto del hambre cero, que propone también poner fin al retraso en el crecimiento de los niños y niñas menores de dos años, que el 100% de las personas tengan acceso a una alimentación adecuada durante todo el año y que todos los sistemas alimentarios sean sostenibles, así como aumentar un 100% la productividad y los ingresos de los pequeños productores.