La Fiscalía pide 17 años de prisión para dos detenidos por el secuestro exprés de un ovetense

La Fiscalía pide 17 años de prisión para dos detenidos por el secuestro exprés de un ovetense

La Fiscalía del Principado de Asturias solicita 17 años y 3 meses de prisión y 15 años de alejamiento para dos procesados por secuestrar, agredir y amenazar de muerte a un hombre en su garaje de Oviedo para exigirle dinero.

    La vista oral, que se celebrará únicamente para uno de ellos, ya que el otro se encuentra en situación de busca y captura, comenzará este miércoles 15 de abril de 2015, en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Oviedo, a las 10.00 horas. Está previsto que se prolongue hasta el viernes.

   El Ministerio Fiscal sostiene que, el 19 de enero de 2011, sobre las 04.30 horas, los procesados (en rebeldía por esta causa), en ejecución de un plan preconcebido y ocultando su rostro con pasamontañas, abordaron a la víctima en el garaje de su domicilio de Oviedo, donde acababa de estacionar su vehículo.

   En ese momento, le conminaron con las armas que llevaban, cuyas características se desconocen, y le golpearon en el rostro para que se introdujera en el interior de un coche aparcado en el mismo garaje. Además, le ataron de pies y manos con cinta americana y le cubrieron la cabeza con una capucha, mientras continuaban agrediéndole.

   Tras circular unos 25 minutos, detuvieron el vehículo y le introdujeron en una casa que resultó ser la utilizada por uno de los procesados, también en Oviedo, donde le tiraron sobre una cama, le desataron, le quitaron la capucha y le desvistieron, apoderándose en ese momento de los efectos que llevaba, como un reloj de oro, una cadena también de oro, su teléfono móvil y unos 800 euros del interior de uno de los bolsillos.

    A continuación, volvieron a atarle los pies con cinta americana o de embalar y las manos con unas bridas oscuras, y le cubrieron de nuevo la cabeza con una capucha. Así, comenzaron a golpearle, utilizando una pistola plateada, mientras le preguntaban cuánto dinero tenía para darles. De esta forma, lograron que les dijera que en su domicilio tenía una caja de caudales con dinero en efectivo.

   Con esta información, y tras ser interrogado sobre el lugar exacto donde se encontraba la caja de caudales, uno de los individuos se dirigió al domicilio, al que accedió con las llaves, y desde allí efectuó una llamada al móvil del otro procesado, que se había quedado en la casa custodiando a la víctima.

   La llamada era para que éste le indicara dónde se encendía la luz de la habitación donde estaba el dinero, logrando finalmente apoderarse de la caja de caudales, que contenía unos 30.000 euros, la mayor parte en billetes de 50 euros, con los que volvió a la casa.

   Posteriormente, los procesados preguntaron a la víctima si tenía 63.000 euros en el banco y, al contestar que no, le dijeron que su vida tenía un precio y ese precio era de 50.000 euros más de lo que ya habían obtenido, y que tenía 15 días para conseguirlos o, si no,  le matarían a él, a su mujer y a sus hijos.

   A continuación, tras cortarle las ataduras, darle la ropa para que se vistiera y encapucharle le obligaron a introducirse en el maletero y, tras circular unos 25 ó 30 minutos, se detuvieron en Las Campas del Naranco. Allí le sacaron del coche, le quitaron la capucha y le obligaron a arrodillarse en el suelo con la cabeza hacia abajo, diciéndole que no mirara hasta contar hasta 50. Acto seguido, los procesados abandonaron el lugar, dejándole una bolsa con el móvil, el reloj de oro y 60 euros.

   Como consecuencia de los hechos, la víctima sufrió una contusión en el ojo derecho, hematoma palpebral y hemorragia conjuntival, heridas de las que tardó en curar 21 días.

   Sobre las 13.18 horas del día 2 de febrero de 2013, uno de los acusados, en connivencia con el otro procesado, le llamó preguntándole por el dinero, a la vez que le dio un plazo de una hora para volver a llamarle. Así, sobre las 14.26 horas volvió a telefonearle y, tras preguntarle de nuevo por el dinero y decirle que el plazo se había terminado, finalizó diciéndole:  "Yo siempre cumplo mi palabra", "Lo que te voy a quitar no lo vas a recuperar con 50.000", todo ello utilizando un dispositivo para distorsionar la voz.

   La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de delitos de detención ilegal, de robo con violencia y uso de armas, de extorsión, de depósito de armas y de lesiones.

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