Las listas de espera para cirugía Cardiaca en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) se han reducido en un 300 por ciento desde octubre de 2014, y ningún paciente está esperando más de seis meses para ser operado, según ha afirmado este viernes el director médico del HUCA, Miguel Rodríguez.
Desde octubre del pasado año, cuando había 358 pacientes en lista de espera para ser operados, se ha pasado a 110 en marzo, lo que implica un descenso "significativo" en los últimos meses debido, especialmente, al "cambio espectacular" producido tras la llegada del nuevo jefe de servicio de Cirugía Cardiaca, Jacobo Silva.
Con su llegada, Silva ha dado la vuelta a las listas de espera. De hecho, desde su llegada en octubre no se han derivado más pacientes al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla en Cantabria, como sí se hacía hasta entonces, cuando se derivaban una media de 120 pacientes al año.
"Habíamos necesitado apoyo externo para solucionar la problemática de las listas de espera de cirugía cardiaca, pero si las cosas no van mal, se dejarán de producir estas derivaciones", ha señalado Rodríguez.
Según Silva, esta reducción es "fruto del trabajo en equipo" que se ha llevado a cabo en el centro hospitalario. "Hemos tratado de conseguir la optimización de los recursos para conseguir mejorar el tiempo de espera y disminuir la lista", ha explicado.
Sin embargo, ha asegurado que, aunque las listas "están mejor", desde el Hospital "no se conforman" con este número de pacientes. "Vamos a seguir luchando para reducir aún más el número de pacientes y el tiempo de espera", ha defendido.
TÉCNICAS MENOS INVASIVAS
Esta reducción de las listas de espera no se debe únicamente al aumento de la actividad quirúrgica, si bien es cierto que las operaciones han aumentado hasta las 841 en 2014 frente a las 682 realizado en 2008, situando al HUCA como uno de los hospitales que más intervenciones cardiacas realiza en el país. Sobre la posibilidad de que se incrementen este número de intervenciones, el director médico del centro ha subrayado que "en teoría" no debería ser necesario pasar de 900 intervenciones, "porque es un número muy por encima de las tasas del resto de comunidades".
La reducción de las listas se debe, según ha explicado Silva, a la utilización de "todos los recursos" de los que dispone el Área del Corazón para que la cirugía no sea la única opción para los pacientes.
Así, ha explicado que hay pacientes a los que se puede ofrecer otras alternativas que no impliquen necesariamente una intervención quirúrgica, como por ejemplo realizar prótesis a través de un catéter o cerrar defectos congénitos mediante un dispositivo sin tener que abrir al paciente. Con ello se logra agilizar el proceso de cara al paciente y dar soluciones que no desemboquen siempre en la cirugía.
La llegada del nuevo jefe de servicio, procedente del hospital Ramón y Cajal de Madrid, supuso a su vez la llegada de nuevos profesionales al hospital y con ellas un cambio en las estrategias. "Rompimos con la organización por servicios clásica para pasar al concepto de área y proceso, a fin de ver al paciente en su conjunto y no solo su problema cardiaco", ha explicado Morís.
En esta línea, el director de Área ha incidido en que se ha "roto" la separación de servicios, "algo que toda la sanidad está buscando", aunque ha reconocido que son cambios "muy profundos que cuestan mucho".
La plantilla del Área del Corazón está formada por ocho cirujanos, 23 cardiólogos y cinco anestesistas más los médicos residentes.