Los seis tripulantes de la Estación Espacial Internacional se encuentran a salvo y continúan desarrollando su actividad rutinaria tras el accidente de la nave de reabastecimiento Progress 44 el pasado día 24 de agosto.
Mientras la comisión rusa continúa investigando las causas del accidente, los socios del programa de la Estación Espacial Internacional (ISS, en su acrónimo inglés) se preparan para hacer frente a una serie de posibles escenarios para garantizar en todo momento la seguridad del complejo orbital y de su tripulación.
La nave de reabastecimiento Progress 44, cargada con 2670 kg de suministros para la Estación Espacial, no logró alcanzar su órbita tras el apagado prematuro del motor de la tercera etapa de su lanzador, 325 segundos después de despegar desde el Cosmódromo de Baikonur en Kazajstán.
Los restos de la nave y del lanzador cayeron a tierra desde unos 200 km de altitud, impactando sobre la República de Altái, al sur de Siberia.
Todavía no se han hallado los restos del vehículo, por lo que se baraja la hipótesis de que la nave y la tercera etapa del lanzador, cargados de combustible y oxígeno, ardiesen completamente en la atmósfera.
Las patrullas de búsqueda continúan peinando la región en busca de pruebas, tarea especialmente difícil debido al agreste terreno y a las arduas condiciones meteorológicas.
Los próximos lanzamientos de Soyuz han sido suspendidos hasta que se identifique la causa de este accidente.
La ESA reconoce la amplia experiencia de la industria rusa y el excelente historial de seguridad del vehículo Soyuz, y confía en que la causa de este contratiempo se subsane rápidamente.
La tripulación de la Estación Espacial no corre peligro
Este percance no ha supuesto ningún peligro para la Estación Espacial Internacional ni para sus seis tripulantes. A bordo de la ISS hay suministros suficientes para mantener a la Estación y a su tripulación hasta la primavera del año que viene.
El pasado lunes llegó una nueva nave Progress al Cosmódromo de Baikonur, donde será preparada para su lanzamiento, sin fecha concreta hasta que concluya la investigación del accidente.
Las autoridades rusas exigen el éxito de dos lanzamientos no tripulados del vehículo Soyuz-U antes de autorizar el despegue de la próxima misión tripulada, lo que ha forzado la reevaluación de la programación de las próximas expediciones, entre las que se encuentra la misión del astronauta de la ESA André Kuipers.
De momento se ha decidido aplazar el regreso a Tierra de la Expedición 26 del día 8 al 16 de septiembre. El lanzamiento de la Expedición 29 a bordo de la nave Soyuz TMA-22 no tendrá lugar hasta finales de octubre o principios de noviembre, en función de las conclusiones de la investigación.
Los socios del programa de la Estación Espacial Internacional se están preparando para reaccionar ante una serie de posibles escenarios que podrían afectar a las operaciones del complejo orbital a corto plazo.
Este es el primer accidente de este venerable vehículo desde el lanzamiento de la primera nave Progress en 1978. Hasta la fecha, la agencia espacial rusa ha lanzado 745 Soyuz-U, 724 con éxito. De ellos, 136 han estado dedicados a poner en órbita naves Progress
El lanzador Soyuz-U no sólo se utiliza para el lanzamiento de las naves de reabastecimiento Progress, sino también para poner en órbita un gran rango de satélites y sondas planetarias. La Agencia Espacial Europea está preparando el lanzamiento de su tercer Vehículo Automatizado de Transferencia (ATV), Edoardo Amaldi, en marzo del año que viene. Junto al resto de socios del programa de la ISS, la ESA sigue de cerca la investigación del accidente de la Progress 44.