España, junto con otros países y organizaciones internacionales, ha participado hoy jueves, 1 de septiembre, como miembro del Grupo de Contacto, en la Conferencia de París sobre la nueva Libia. Esta importante cita diplomática ha permitido reafirmar el apoyo firme y resuelto de la comunidad internacional al pueblo libio en sus legítimas aspiraciones, al tiempo que se aseguraba la protección de la población civil en la fase final del conflicto. Los jefes de Estado y de Gobierno reunidos en París han querido expresar así su voluntad de acompañar a las nuevas autoridades del Consejo Nacional de Transición (CNT) en el proceso de construcción de una nueva Libia democrática y pacífica, en el respeto a las libertades religiosas.

José Luis Rodríguez Zapatero ha afirmado que mantendrá la presencia española en la operación Protector Unificado mientras persista la resistencia armada y continúe la necesidad de proteger al pueblo libio. 

En el contexto de la tarea ingente para reconstruir el país, España se felicita del liderazgo de Naciones Unidas en la fase de estabilización y transición que ahora se inicia y agradece al secretario general los planes en curso dirigidos a tal fin. La aportación española, ya sea a través de la ONU y de la UE, o en el plano bilateral, se inscribirá plenamente en las prioridades y procedimientos establecidos por Naciones Unidas.

España participará, en coordinación con los socios de la UE, en las labores de ayuda humanitaria a Libia, un ámbito en el que ya ha contribuido con más de seis millones de euros desde el inicio del conflicto. En los próximos días se realizará la entrega de 18 toneladas de medicamentos, se desplazarán a Libia equipos médicos y se prestará atención médica en España a ciudadanos libios heridos, como ha solicitado el CNT.

Asimismo, y junto con los demás socios europeos, se involucrará en las tareas de reconstrucción de la fase post conflicto. En este sentido, el presidente del Gobierno ha expresado el interés de España por participar en tareas de apoyo a la construcción del Estado de Derecho en los ámbitos judicial y de seguridad, en línea con iniciativas ya puestas en marcha en otros procesos de transición en países del Mediterráneo.

España ha mostrado también su respaldo a la liberación, lo antes posible, de los fondos libios congelados, en el marco de las resoluciones dictadas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, para que puedan ser destinados a las tareas de carácter humanitario y de reconstrucción.