Emotivo recibimiento a los participantes de #Clio #Raid en su llegada a Marrakech

Emotivo recibimiento a los participantes de #Clio #Raid en su llegada a  Marrakech

Y Clio Raid llegó a Marrakech. Después de casi 2.000 kilómetros circulando por carreteras, pistas y dunas del desierto de Marruecos, la caravana de los Clio llegó a la meta final. Atrás quedaba una semana muy intensa, de esfuerzo y nerviosismo para afrontar las dificultades del terreno pero, sobre todo, de aventura y diversión.

 

“Desde la organización, queremos reconoceros el esfuerzo que habéis realizado durante el raid y os felicitamos por haber llegado a la meta. Sin duda alguna, habéis demostrado ser auténticos aventureros. ¡Enhorabuena y bienvenidos a la Ciudad Imperial de Marrakech”, comentaba Chus Puras a los equipos tras finalizar el raid.

 

Para llegar a la meta, los participantes afrontaron la etapa doble conocida como Dakar,  que se desarrolló en dos jornadas. La primera, de 272 kilómetros de duración, pero rápida de ejecución, ofreció paisajes típicos africanos, casi de sabana. “Increíble. Sólo faltaba el león. Ha sido, realmente, impresionante”, decían los participantes a la llegada al campamento. Un recorrido que mezclaba pequeños arenales y muchas pistas, algunas pasadas en el antiguo Dakar.

 

En la segunda jornada, disputada hoy, de 396 kilómetros los participantes pudieron contemplar auténticas maravillas, como el Valle del Draa, segundo valle con palmeral más grande de África (sólo superado por el Valle del Nilo), punto clave históricamente de las rutas caravaneras que atravesaban el Sáhara, bajando sal y subiendo esclavos; la sinuosa carretera hasta Ouazarzate, una de las más maravillosas de Marruecos, los campos de cultivo que comienzan a extenderse hacia el infinito, los kasbah de barro, paja y agua, que dejan estampas inolvidables; los estudios de cine, ya que en esta región ofrece paisajes naturales de gran belleza para los rodajes de películas (en sus cercanías se han rodado escenas de Lawrence de Arabia, Gladiator…); y el Tichka, imponente masa montañosa con sus crestas aún nevadas, profundos barrancos cortados por ríos y miles de colores en sus valles.

 

Y tras el Ticka… Marrakech. Su frenético ritmo, su ruido, la Kutubía, los monumentos Patrimonio de la Humanidad, la Plaza de Jemaa el Fna, inscrita por la Unesco en la lista representativa del Patrimonio Cultural de la Humanidad, con sus artistas, magos, acróbatas, encantadores de serpientes y malabaristas, dejaron un recuerdo imborrable entre los participantes.  

 

La llegada a Marrakech fue muy emotiva, ya que muchos familiares y amigos de los participantes les recibieron en la puerta del hotel como auténticos campeones. Después de los besos y abrazos de bienvenida, todos tuvieron tiempo libre para poder empezar a contar sus experiencias y relatar todas las anécdotas vividas desde que el pasado día 29 de marzo entraron en territorio Marroquí. “Ha sido alucinante”, comentó uno de los equipos universitarios feliz y hasta emocionado por haber llegado a la meta final.

 

Y mañana, con la entrega de premios y la fiesta final en Pachá Marrakech se pondrá final  a la primera edición de Clio Raid, el viaje solidario organizado por Chus Puras que ha demostrado ser una aventura realmente increíble.

 

 

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