"Cuando el año pasado presentamos la primera edición del festival Primavera Barroca lo hicimos con la convicción de que era una aventura que se iniciaba en Oviedo con voluntad de permanecer en el tiempo. Ahora llegamos a la segunda edición de un ciclo que ha nacido para quedarse y que, con la colaboración e implicación de todos, puede y debe seguir creciendo en los próximos años", aseguró el alcalde, Agustín Iglesias Caunedo al inicio de su intervención en la presemtación, esta mañana, de la segunda edición del ciclo Primavera Barroca. Le acompañaron Antonio Moral, director del Centro Nacional de Difusión Musical, CNDM y Cosme Marina, director artístico del ciclo.

 "Primavera Barroca", explicó el primer edil, "arrancó con una virtud esencial que es, además, un pilar básico para su fortaleza: es un ejemplo de colaboración institucional al servicio de los ciudadanos". Y añadió: "El Centro Nacional de Difusión Musical, a  cuyo director Antonio Moral agradezco muy especialmente su colaboración y entusiasmo en esta iniciativa, es una entidad que ayuda a vertebrar nuestro país, culturalmente hablando. Ha sido una de las pocas instituciones que, desde su nacimiento, ha sabido ser fiel a una vocación de extender su actividad de manera descentralizada, buscando sumar esfuerzos con el fin de lograr una oferta equilibrada en todo el estado".

 

"Para nosotros", indicó el Alcalde, "el trabajo con el Centro de Difusión Musical supone un estímulo para mejorar y afrontar proyectos más ambiciosos de cara al futuro. Además, Primavera Barroca no es sólo una serie de conciertos: incluye un ciclo de conferencias que permite a los alumnos de los conservatorios y la Universidad de Oviedo entrar en contacto con algunos de los intérpretes que luego realizan los conciertos. Este es uno de los aspectos más relevantes de los que configuran la iniciativa: tener capacidad divulgativa entre los jóvenes y facilitar al máximo el acceso de los mismos a la cultura".  

El ámbito formativo, a juicio del jefe del Ejecutivo local, "ha de ser una prioridad para todos y la unión con el Conservatorio Superior, la Universidad y otros centros es muy significativa por lo que simboliza de trabajar todos en la misma dirección, con objetivos comunes. A lo largo de los próximos meses asistiremos a conciertos con solistas y grupos de primera categoría y, además, se podrá escuchar música que estaba injustamente olvidada desde hacía siglos y, de este modo, el ciclo adquiere enorme valor añadido al ser un marco importante en la recuperación del patrimonio musical español. Espero y deseo que, en los próximos años, el Ayuntamiento de Oviedo pueda seguir profundizando con el Ministerio de Educación y Cultura en proyectos tan bien perfilados como este que nos ocupa. Quiero dar las gracias a todas las instituciones implicadas en sacarlo adelante porque la música es uno de los elementos identitarios de Oviedo, una de nuestras industrias culturales más vigorosas y la Primavera Barroca ya está plenamente inserta en este caudal creativo que tanta importancia tiene para Oviedo".

Antonio Moral aseguró sentirse "enormemente contento en esta ciudad y con este Alcalde que convierte a Oviedo es una ciudad de la música. Esta corporación y las anteriores siempre han tenido claro que la música puede y debe ser un motor económico. Porque, en mi opinión, no es cierto que la cultura se deba plantear como un gasto; ha de ser una inversión a largo plazo porque los réditos se van quedando en el magma del pueblo".

Moral destacó también, al igual que Cosme Marina, el alto nivel y la calidad de los seis conciertos del ciclo y, en concreto, se refirió a "Il Pomo d' Oro", cuyo director Dimitri Sinkovsky se ha consolidado como uno de los más relevantes solistas en el campo del Barroco Europeo. Su concierto, el 8 de abril, "supondrá su presentación en España".