Asturias (E.P.).-El Gobierno asturiano ha puesto en marcha el Plan coordinado de control de la cadena alimentaria del Principado de Asturias (Pcococapa) para 2015, en el que se busca lograr mayores controles sobre la producción, distribución, manipulación y consumición de los alimentos en la comunidad autónoma a fin de evitar brotes alimentarios y establecer un marco de actuación en caso de que se den.
El texto, recogido por Europa Press, fue admitido a trámite este martes 3 de marzo por la mesa de la Cámara y, abierta la posibilidad de que haya comparecencias en las próximas semanas, el objetivo es someterlo a votación en el pleno de la Junta General del Principado de Asturias (JGPA) antes de que termine la legislatura.
Se trata de un proyecto que pretende "proteger la salud y los intereses de los consumidores en relación con los alimentos y los piensos comercializados en su territorio", manteniendo un "elevado nivel de protección de la salud" y de los intereses de los consumidores en relación con la seguridad y la calidad de los alimentos en todas las fases o etapas de la cadena alimentaria, desde la producción primaria hasta el consumo.
Busca además prevenir las enfermedades relacionadas con los alimentos, así como reducir su incidencia a unos niveles mínimos, a través de controles oficiales coordinados desde las Consejerías de Sanidad y Agroganadería asturianas, realizados con criterios de "la máxima calidad, eficacia y eficiencia". Todo ello sin interponerse en la subsistencia y promoción de las pequeñas y medianas empresas del sector basadas en la producción y comercialización de productos locales.
Este control se aplicará hasta diciembre de 2015 en toda la cadena de alimentación, desde los alimentos, piensos, la sanidad animal o vegetal y la gestión de subproductos animales no destinados al consumo humano, hasta la calidad comercial de los alimentos y la agricultura ecológica.
GESTIÓN DE ALERTAS Y BROTES ALIMENTARIOS
El plan contempla también la gestión de brotes alimentarios --aparición de dos o más casos de una misma enfermedad en la que se observa una relación espacial o temporal con la ingesta de un alimento o bebida común--.
La alerta sobre estos posibles casos se dará ante el Servicio de Vigilancia Epidemiológica de la Dirección General de Salud Pública del Principado de Asturias, quedando así centralizado el servicio en una única administración.
Una vez analizada y procesada la información, se transmitirá junto con las actuaciones requeridas al Servicio de Riesgos Ambientales y Alimentarios (Sraya), para posteriormente dar traslado de la misma al responsable de la Unidad Territorial de Área correspondiente.
Tras recibir la notificación, el responsable de la UTA organizará las actividades a realizar en los establecimientos que pudieran estar implicados, consistentes en inspección, investigación de las causas que hayan podido contribuir a la aparición del brote, toma de muestras y adopción de medidas complementarias, si fuera preciso.
En el caso de que existan restos de alimentos sospechosos en el establecimiento, se procederá a tomar muestras para su envío al Laboratorio de Salud Pública.
Si durante las inspecciones se detectan "incumplimientos significativos" pueden adoptarse medidas complementarias, tales como inmovilizaciones de productos, suspensiones cautelares de actividad o propuestas de sanción, que son enviadas desde las UTA y ratificadas por los servicios centrales.
Las alertas sanitarias, por su parte, se gestionan a nivel nacional mediante el Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (Sicri), en funcionamiento desde 1987.
De acuerdo con los datos del último informe epidemiológico de las enfermedades de declaración obligatoria y de las alertas de salud pública elaborado en 2013 por la dirección general de Salud Pública, en 2013 se produjeron ocho brotes alimentarios, con 112 personas afectadas.
Desde que en 2003 se registraron 31 brotes por alimento con 343 afectados, el descenso ha sido paulatino y especialmente marcado en 2007, estabilizándose desde entonces en un promedio de seis brotes por año.
en total, desde el año 2002 se han producido 157 brotes en el Principado de Asturias relacionados con los alimentos, en los que han resultado afectadas 2.146 personas.
MARCO ESTATAL
Para gestionar estas situaciones, la Consejería de Sanidad mantiene una permanente comunicación con la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), para el desarrollo y coordinación de todos los aspectos relacionados con el Plan Nacional de Control de la Cadena Alimentaria.
Este contacto permanente se realiza a través de desarrollos normativos nacionales, formación europea y nacional, organización de auditorías internas y el examen independiente, coordinación de auditorías de la Oficina Veterinaria y Alimentaria y otros aspectos relacionados con la seguridad alimentaria.
La Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos, por su parte, participará de distintos órganos de cooperación entre administraciones, ya sean de composición bilateral o multilateral, de ámbito sectorial o general, como el Comité Español de Protección de los animales de producción o el Comité Nacional del Sistema de Alerta Sanitaria Veterinaria.
SECTOR ASTURIANO
Existen en el Principado de Asturias más de 9.000 empresas alimentarias --incluidos comercios minoristas y de hostelería y restauración-- que dan empleo a más de 50.000 personas, lo que supone aproximadamente un 25 por ciento del total del empleo regional, de las que más del 90 por ciento son microempresas.
Los sectores mayoritarios son los de hostelería y restauración (44,6%), seguidos del comercio minorista de alimentación (18,2%), carnes y derivados (12,2%), harinas, cereales y derivados (9,2%), pescados, moluscos y derivados (4,3%), vegetales (2,5%), leche y productos lácteos (1,8%) y bebidas alcohólicas, en especial, sidra (1,8%).