Asturias, cada vez más natural y...más despoblada

Asturias, cada vez más natural y...más despoblada

Asturias (E.P.).-El número de habitantes en el Principado de Asturias desciende al año un 0,60 por ciento, según las cifras oficiales de población resultantes de la revisión del Padrón municipal al 1 de enero de 2014, declaradas oficiales por el Gobierno mediante el Real Decreto 1007/2014, de 5 de diciembre.

  

Según los últimos datos del Padrón Municipal de Habitantes de 2014 recopilados por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei) y consultados por Europa Press, Asturias perdió en 2014 6.409 habitantes en relación con el año anterior, cayendo la población hasta las 1.061.756 personas en el último año.

   Atendiendo a los municipios con un mayor número de habitantes, se sitúan a la cabeza Gijón (275.735 habitantes), Oviedo (223.765) y Avilés (81.659), cuya adición supone algo más de la mitad (54,74 por ciento) del potencial demográfico de Asturias.

 

   De estos concejos, Gijón es el municipio que, en números absolutos, más población gana en 2014, con 461 habitantes más que el año anterior (0,17 por ciento de incremento en términos relativos), seguido de Llanes con 388 residentes más (2,86 por ciento) y Siero con 79 residentes más (0,15 por ciento).

   A continuación de estos, con una dinámica positiva, siguen otros seis concejos con ganancias de población respecto a 2013, y el resto advierten retrocesos que se localizan de manera significativa en municipios enclavados en las comarcas mineras y en Oviedo, que es el concejo que más población pierde respecto al año anterior (1.324 residentes, que significan en términos relativos una merma porcentual del -0,59 por ciento).
  
ESTRATEGIA CONTRA EL DECLIVE DEMOGRÁFICO

 

   Ante la pérdida constante de población en el Principado, el Gobierno asturiano se ha integrado en una estrategia nacional (integrada por Aragón, Asturias, Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura) para interrumpir el declive demográfico en la región, a fin de unir fuerzas para exigir al Gobierno central "apoyo y liderazgo" para poner freno a este problema.

   En el marco de la estrategia para paliar la situación, el Principado presentó el pasado año la primera parte de un informe que busca dar solución, analizando en primer lugar las causas de este declive. La siguiente parte del informe, que aún no se ha publicado, tratará de arrojar luz estableciendo una serie de proyecciones de futuro a raíz de las conclusiones del primero, realizado "con la intención de que fallen estas predicciones". La tercera parte se orientará a elaborar una serie de políticas que den solución al problema.

 

POR QUÉ SE PIERDE POBLACIÓN

 

   Según el informe 'Diagnóstico de la situación y perspectivas demográficas del Principado de Asturias' elaborado por el Laboratorio de Análisis Económico Regional 'REGIOLab', la pérdida de población es consecuencia de las bajas tasas de natalidad, el alto nivel de envejecimiento y la pérdida continuada de población son, como consta en el documento, los tres principales problemas de Asturias en este ámbito.

   El estudio coordinado por Fernando Rubiera, de la Universidad de Oviedo, reflejaba que el comportamiento demográfico de la comunidad únicamente puede entenderse en el marco de las dinámicas poblacionales que afectan a Europa. El Principado, como región periférica, se queda al margen del eje central de desarrollo europeo, que abarca la mayor parte de las grandes urbes del continente, y del centro económico español, un rombo situado en el noreste peninsular con vértices en Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia. Para las áreas periféricas el éxito económico resulta más complicado y la tendencia a la emigración y a la pérdida de población es más acusada.

 

   El informe también se detiene en las diferencias que se producen dentro del propio Principado, donde el área central afronta problemas demográficos similares a los del resto de España, mientras que el entorno rural se caracteriza por un elevado nivel de envejecimiento y una tasa de natalidad muy baja, indicadores especialmente acusados en el interior y más moderados en la costa. Estos desequilibrios tienden a agravarse con los flujos migratorios intrarregionales hacia el centro de la comunidad y, más concretamente, hacia las tres grandes ciudades: Oviedo, Gijón y Avilés.

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