En un comunicado, la asociación ha explicado que desde hace más de un año, el servicio de seguridad está compuesto por sólo dos vigilantes en horario nocturno, que incluyen tanto las instalaciones actuales como el resto de los nuevos edificios incorporados al museo con las obras de ampliación. En estos momentos, la superficie a custodiar es cuatro veces mayor y, sin embargo, el número de efectivos es el mismo.

   Avispa considera el número de vigilantes "claramente insuficiente" y que pone "en claro riesgo" de robo al museo además, denuncia que los vigilantes están "desprotegidos" al no poder contar con  los medios adecuados de defensa, después de que, hace un año, les fuera retirada su arma reglamentaria tras la adjudicación del servicio a la empresa de Seguridad Prosetecnisa, por parte de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte.

   La asociación de vigilantes explica que el valor de las obras, tanto expuestas como depositadas, del Museo de Bellas Artes es incalculable. El centro cuenta con un rico patrimonio cultural, con excelentes fondos de pintura española y asturiana.

   Según el colectivo de vigilantes, los servicios de vigilancia y protección de museos, salas de exposiciones o similares deberá autorizarse por la Dirección General de la Policía  tras valorar la localización, el valor de los objetos a proteger, el riesgo o peligrosidad.

   Por estos condicionantes, la asociación ha solicitado por escrito la inmediata restitución del arma de los vigilantes de seguridad adscritos al Museo de Bellas Artes en horario nocturno junto con el aumento del número de efectivos en ese horario para garantizar seguridad de las instalaciones, edificios y obras del museo.