La Habana (Agencia Fides) - La propuesta de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) de reformar las fuerzas armadas, la policía y los servicios de inteligencia del estado, ha creado mucha confusión, especialmente en el grupo político de gobierno, que lo ve como un debilitamiento de la seguridad nacional.
El comunicado emitido ayer por la noche y recibido en la Agencia Fides desde La Habana, sede de las conversaciones de paz entre el Gobierno y las FARC, informa que entre las solicitudes está la reducción de los gastos para la defensa y la reducción del número de las fuerzas armadas. En la declaración presentada por los líderes de la guerrilla, también aparece la solicitud de la apertura de los archivos del ejercito, de la policiales y de los servicios de inteligencia.
De las últimas noticias publicadas por la prensa local, sabemos que la opinión pública y política de Colombia está dividida, ya que algunos afirman que esto no es un tema que se deba discutir en la mesa de negociaciones de Cuba, mientras que otros creen que los militares deben igualmente disminuir en número en el pos-conflicto.
Según el diario colombiano, en las últimas semanas ha aumentado el optimismo por parte de la opinión pública sobre el proceso de paz. Todavía sigue en discusión (también entre los mismos delegados de las conversaciones de paz) el tema del alto el fuego unilateral, impuesto el 20 de diciembre de 2014, y que ahora quieren que sea definitivo, a pesar de que algunos grupos se aprovechan de la tregua para volver a armarse (guerrilleros) o para recuperar posiciones perdidas en aldeas remotas (ejército).
El conflicto armado en Colombia, que duró cerca de 50 años, ha dejado más de 220.000 muertos y 5,3 millones de desplazados, según cifras oficiales.