El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) envió hoy 90.000 botellas más de agua a la capital de Libia.
El envío se suma a las 23.000 que habían sido distribuidas la semana pasada en Trípoli para el uso de emergencia.
Actualmente UNICEF está movilizando unos 5 millones de litros de agua para ser trasladados en los próximos días desde los países vecinos hasta Trípoli en camión o por barco.
“UNICEF está respondiendo a las necesidades inmediatas en Trípoli, pero seguimos extremadamente preocupados por la situación que podría provocar un corte de agua en los próximos días. Esto puede producir una epidemia sanitaria sin precedentes” ha dicho Christian Balslev-Olesen.
Un equipo técnico de UNICEF trabaja junto a las autoridades libias para valorar el estado de los pozos de agua, revisar las opciones de respuesta e identificar fuentes alternativas de agua.
“La situación actual representa el peor escenario posible, y es crítico que se reanude con rapidez el suministro de agua” añadió Balslev-Olesen.
Desde el comienzo del conflicto, los cortes de suministro eléctrico y de petróleo han puesto en peligro el trabajo de la Autoridad del Gran Río Artificial, el principal distribuidor de agua potable en Libia, que podría dejar de cubrir las necesidades del país en materia de agua
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