La Delegación del Gobierno para del Plan Nacional Sobre Drogas (DGPNSD) trabaja en la elaboración de un Plan sobre Menores y Alcohol, que incluye el diseño de una campaña que se difundirá en el mes de septiembre, dirigida a las familias, y en la que la población destinataria serán los niños y niñas a partir de 9 años. Se establecerán acuerdos con ONGs expertas en prevención y con el Ministerio de Educación y consejerías de las distintas Comunidades Autónomas.
Para analizar estos aspectos, la DGPNSD desarrolló recientemente el Encuentro Internacional "Alcohol y Menores", con el objetivo de abordar desde una óptica mutidisciplinar los principales factores que determinan el consumo juvenil y sus patrones, así como las estrategias y programas que tanto a nivel nacional como internacional contribuyen a paliar los efectos del alcohol sobre la salud de los menores. En él participaron las máximas autoridades en materia de alcohol de la Organización Mundial de la Salud y de la Comisión Europea, además de expertos y responsables nacionales de las administraciones sanitarias, profesionales, expertos, investigadores y representantes de los jóvenes.
Y es que el consumo de alcohol es un problema creciente de salud pública en Europa, a pesar de que el vino y otras bebidas alcohólicas forman parte de la tradición europea y ocupan puestos importantes en la economía. Los ciudadanos europeos registran la mayor tasa de consumo de alcohol del mundo (11 litros de alcohol por adulto al año). Se calcula que el abuso de alcohol es responsable del 7,4% de los problemas de salud y las muertes prematuras en la Unión Europea.
Los jóvenes se ven especialmente afectados: en el grupo de edad de 15-29 años el 10% de las muertes femeninas se deben al abuso de alcohol y el 25 % entre los varones. Por otra parte, el consumo abusivo de alcohol es una práctica cada vez más extendida en los Estados miembros, en particular el consumo masivo ocasional o "botellón". En España a este fenómeno hay que añadir los 10.000 muertos anuales en accidentes de tráfico relacionados con el alcohol.
Los menores y los adolescentes también suponen una población diana para los fabricantes de bebidas alcohólicas, ya que representan los adultos del futuro. La relación entre marketing, publicidad y consumo juvenil resulta confusa, demostrándose en algunos países que los anuncios contradicen las enseñanzas sobre salud.
El 24 de octubre de 2006, la Comisión Europea aprobó la Comunicación que establece una Estrategia Europea para ayudar a los Estados miembros a reducir los daños relacionados con el alcohol. La Estrategia contempla el consumo nocivo y peligroso de alcohol, y no el producto en sí mismo. El objetivo consiste en reducir los daños asociados a dicho consumo tanto para la salud como en cuanto a su impacto económico y social.
Entre sus cinco prioridades para reducir el consumo nocivo y peligrosos de alcohol en la UE se localiza la protección de los jóvenes y los niños con tres objetivos prioritarios: a) controlar el consumo de alcohol en los menores y reducir el consumo peligroso y nocivo entre los jóvenes, b) reducir los efectos negativos que sufren los niños en las familias con problemas de alcohol y c) disminuir el consumo de alcohol durante el embarazo.
Entre las medidas aplicadas por los Estados miembros se pueden destacar las restricciones a la venta de alcohol, el acceso a las bebidas alcohólicas y a las prácticas comerciales que puedan influir en los jóvenes. En este ámbito, la industria de las bebidas alcohólicas y los minoristas pueden desempeñar un papel determinante.
En España la encuesta realizada a los estudiantes entre 14 y 18 años, que cursan enseñanza secundaria en el 2008, revela prevalencias elevadas de consumo alcohólico en menores. Entre 14 y 18 años el 81% ha consumido alcohol alguna vez en la vida, un 72,9% en los últimos doce meses y un 58,5% en los últimos treinta días. La edad de iniciación de consumo de alcohol está entre los 13 y los 14 años. Fenómeno como el "botellón" afectan a proporciones elevadas de menores entre 14 y 18 años, cifrándose en más de 40% aquéllos que lo practicaron alguna vez en los últimos treinta días.
Los datos de esta misma encuesta en la Comunidad Autónoma Canaria revelan que el 76,0% de los escolares de 14 a 18 años han consumido alcohol alguna vez, el 66,4% en los últimos 12 meses y el 45,5% en los últimos 30 días. Comparando estas prevalencias con las de la encuesta anterior se observa que se mantienen valores parecidos, si bien, respecto a la encuesta nacional, el consumo de alcohol en los jóvenes canarios es menor que el consumo en los jóvenes peninsulares.
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