Un equipo de investigación de la ONU ha cerrado su visita a Siria, concluyendo que "existe una necesidad urgente de proteger a los civiles" de una fuerza excesiva. El equipo, el primero que Siria ha permitido desde que comenzó la represión contra las protestas en marzo, dijo que no había una crisis humanitaria en todo el país.

El portavoz de la ONU, Farhan Haq, señaló que la misión concluyó y que aunque no hay ninguna crisis humanitaria en todo el país, hay una necesidad urgente de proteger a los civiles por el uso excesivo de la fuerza; aunque el gobierno garantizó el libre acceso el mismo no se materializó ya que la presencia constante de funcionarios del gobierno limitó la capacidad de la misión para evaluar plenamente y de forma independiente la situación. En las áreas que el equipo visitó donde hubo disturbios, la gente dijo que se sentía muy intimidada y bajo la amenaza constante.

Por su parte, los gobiernos árabes sostendrán hoy la primera reunión oficial de la Liga Árabe para discutir la situación en Siria desde que comenzaron las manifestaciones en marzo; se espera un incremento la presión sobre el presidente Bashar Al-Assad por parte de la Liga Árabe para que ponga fin a la violenta represión de los manifestantes. Un delegado dijo que era poco probable que la Liga suspendiese la membrecía de Siria, como lo hizo con Libia después del comienzo de la sublevación contra Gaddafi en febrero.

El gobierno sirio tiene en Irán y Rusia a dos aliados que están tratando por todos los medios de evitar la caída del presidente Al-Assad y contienen el nivel de injerencia del resto de los actores interesados en un cambio de gobierno en Siria.

El canciller iraní, Ali Akbar Salehi, criticó las observaciones del Presidente de EE.UU. sobre Siria en el que Barak Obama pidió a presidente sirio que renunciase. Salehi señaló que Siria es un país independiente y que EE.UU. todavía se considera la policía del mundo por lo que esas declaraciones no deben ser tomadas en serio.

Rusia sorprendió diplomáticos occidentales en las Naciones Unidas el viernes, con la introducción de un proyecto de resolución sobre Siria, que se opone al texto presentado por los países occidentales a principios de semana que impondría un embargo de armas y sanciones financieras a las autoridades sirias. El texto en ruso presentado no propone sanción alguna, sino que pide al gobierno sirio que lleve adelante las reformas prometidas y a la oposición siria que entre en un diálogo con el gobierno. La oposición siria ha rechazado las llamadas oficiales a las conversaciones, en una conferencia de tres días para un diálogo nacional -en julio- fue boicoteada por la oposición.