Asturias (E.P.).-El sindicalista minero de CCOO José Ángel Huergo, secretario general de CCOO en el Pozo Sotón y condenado a un año y medio de cárcel por altercados en las movilizaciones de 2012, ha criticado la situación actual en la que asegura que las autoridades están recurriendo a la "represión" para acallar las protestas.
"En este país ser sindicalista resulta más delictivo que traficar con drogas", ha dicho Huergo en unas declaraciones concedidas a la revista El Sindicato, recogidas por Europa Press.
Ha explicado su caso, señalando que le detuvieron en medio de las protestas mineras y le asignaron a él todos los materiales decomisados. "Se me condena por atentado contra la autoridad y desorden público. Primero me pedían cinco años, posteriormente quedó en año y medio", ha manifestado Huergo, que no ha entrado en la cárcel al no tener antecedente alguno. En cualquier caso ha dicho que nunca se le pasó por la cabeza una pena "tan desproporcionada" por una huelga.
Todo forma parte, a su juicio, de una estrategia en la que se "degrada" la fuerza de trabajo, en primer lugar, transformando a los trabajadores en "esclavos", y luego se busca "callar la protesta".
El problema, ha dejado claro, no es sólo de los sindicalistas, sino que es más amplio y supone la "criminalización y persecución" de la clase trabajadora en su conjunto, con unas condenas por defender el derecho al trabajo "que dan pavor".
Para hacer frente a toda esa estrategia, Huergo ve como única solución la recuperación del "sentimiento de clase" y la "concienciación" de la gente. "La gente parece que se olvidó del significado de ser trabajador y asalariado. Hay un conformismo que pasa por tener un empleo y olvidarse de las condiciones en las que se está trabajando", ha lamentado. Por eso considera importante "educar en los valores del movimiento obrero y la solidaridad".