Bokova recordó que el pillaje, robo y tráfico ilícito de bienes culturales contravienen de manera manifiesta la Convención de la UNESCO sobre las Medidas que Deben Adoptarse para Prohibir e Impedir la Importación, la Exportación y la Transferencia de Propiedad Ilícitas de Bienes Culturales (1970)*, el único instrumento jurídico internacional centrado exclusivamente en la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales.
“El patrimonio de una nación es esencial para que sus ciudadanos puedan preservar su identidad y su autoestima, beneficiarse de su diversidad y su historia y construirse un futuro mejor”, dijo la Directora General. “Con esta verdad intemporal en mente, pido al pueblo de Libia, a los países vecinos y a todos aquellos que están involucrados en el comercio internacional de arte y antigüedades que hagan todo lo que esté en su mano para proteger el valioso patrimonio cultural de Libia. Me he puesto en contacto de inmediato con los países vecinos y subrayado la importancia de luchar contra el tráfico ilícito y la exportación cultural de obras de arte”.
“La experiencia muestra que existe un serio peligro de destrucción en los periodos de agitación social. Nos ha enseñado también a estar en alerta para que individuos sin escrúpulos no lleven a cabo pillajes que a menudo dañan la integridad de objetos y sitios arqueológicos. Los comerciantes negligentes que compran estas obras y fragmentos lo que hacen es incitar a que se produzcan pillajes mayores. Por lo tanto, es crucial que el mercado internacional de antigüedades mantenga una cautela especial respecto a las obras procedentes de Libia en las circunstancias actuales”, advirtió Bokova.
Irina Bokova ofreció también la asistencia de la UNESCO para evaluar los daños sufridos por algunos de los cinco sitios del Patrimonio Mundial que se encuentran en territorio libio* y preparar su salvaguardia tan pronto como esto sea posible.
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