Gijón/Xixón (E.P.) .-El Centro de Atención Integral de Mujeres Víctimas de Violencia de Género en Gijón, conocida como la Casa Malva, atendió desde su creación en 2007 a 29 mujeres y siete menores con discapacidad, con un total de 36 ingresos en el primer caso y de nueve en el segundo, al haber personas atendidas en más de una vez. Así se ha puesto de manifiesto durante la entrega este martes del premio concedido por el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) a este equipamiento.
El premio ha sido recogido por el consejero de Presidencia del Principado, Guillermo Martínez, de manos del vicepresidente del Cermi, Mario García, en un acto celebrado en la Casa Malva en el que han intervenido también la alcaldesa de 'Gijón, Carmen Moriyón (Foro), la directora del Instituto Asturiano de la Mujer, Carmen Sanjurjo, y el presidente de Cruz Roja, José Luis Carmona, y en el que todos han coincidido en no ocultar a las víctimas de la violencia de género como paso en la lucha contra esta "lacra" social.
Martínez, en este sentido, ha resaltado que el premio no solo es en reconocimiento a los cuatro pisos adaptados o con accesibilidad de la Casa Malva, sino a un proyecto "plural" que se ha convertido en un "acierto colectivo", a lo que ha agradecido a todos los que lo han hecho posible.
Asimismo, ha destacado que el Gobierno regional seguirá "potenciando y cuidando" este centro, aunque ha dicho ser consciente de que aún queda "mucho por hacer". Y es que para el consejero, las cifras de la violencia de género son "escalofriantes se miren por donde se miren".
En este sentido, ha hecho un repaso a la historia de la red de casas de acogida, gestionada por Cruz Roja, incluida la Casa Malva, con un total de 80 unidades familiares disponibles con una capacidad para 145 personas. A este respecto, ha remarcado el compromiso y valores aportados por Cruz Roja.
Martínez ha incidido en el mantenimiento por parte del Principado de la partida presupuestaria de esta red como seña política, y ha adelantado que hay líneas rojas en materia social que el Principado no está dispuesto a traspasar "de ninguna forma".
Sobre la Casa Malva, ha resaltado que fue el primer centro en no ocultar a las víctimas y en darles una atención integral al objeto de su inclusión en la participación ciudadana y que no se sintieran marginadas.
INDIGNACIÓN E IMPOTENCIA
Moriyón, por su lado, ha alabado que la Casa Malva fuera seleccionada entre 101 candidaturas y ha mostrado su deseo de que este premio contribuya a paliar los momentos "tan duros y difíciles" que se viven en ella "con indignación e impotencia".
Ha puesto énfasis, asimismo, en las víctimas violencia de género que tienen algún tipo de discapacidad. Moriyón ha indicado que las mujeres con discapacidad son más vulnerables a sufrir malos tratos e indefensión ante el maltratador, así como problemas de comunicación. "Son más invisibles", ha asegurado, para después mostrar su apoyo y reconocimiento a los trabajadores de la Casa Malva.
TRIPLE DISCRIMINACIÓN
Por parte del Cermi, García ha destacado que las mujeres con discapacidad sufren una "triple discriminación"; por ser mujer, por la discapacidad que padecen y por el altísimo porcentaje de estas mujeres en situación de pobreza. Es por ello, que ha confiado en que este premio anima a seguir trabajando y hacer hincapié en la atención a estas mujeres. Especialmente ha citado el problema de la incapacidad judicial a la que se enfrentan, a lo que ha destacado que este año hubo ya cien mujeres que sufrieron la esterilización forzosa. "No tiene pase en pleno siglo XXI y en un país como España", ha reprochado.
Carmona, por su lado, ha incidido en la importancia de contar con espacios visibles y adaptados para que las mujeres con discapacidad víctima de violencia de género puedan superar todas las fases de la recuperación en igualdad de condiciones. Para él, la visibilidad de la Casa Malva muestra el apoyo social necesario para avanzar en erradicar la lacra social de la violencia de género
FOTO: Armando Álvarez