Nora Arratibel, gerente de Ondarreta. «Cuando eres la ‘hija de’ tienes que demostrar cada día que vales».
Es la futura gerente de Ondarreta, una empresa familiar con casi cuarenta años de vida que aborda los nuevos tiempos de la mano de su tercera generación. «Entrar a trabajar en la empresa familiar era el camino más directo, pero quise conocer otras empresas antes».
Es viernes por la tarde y el teléfono suena con insistencia interrumpiendo aNora Arratibel, que inicia una conversación con alguien al otro lado de la línea. Sus palabras en francés ascienden enérgicas hacia los altos y luminosos techos de lo que parece más un loft que un almacén en el que se distribuyen aquí y allá hermosísimas piezas de diseño. Mesas, sillas, taburetes, puffs… El producto final de un negocio familiar que atesora casi cuarenta años de vida. Nora Arratibel (San Sebastián, 1981) forma parte de los poquísimos empresarios que asumirán elmandode una empresa guipuzcoana en su tercera generación. Y no de cualquiera. Ondarreta Mesas y Sillas fue fundada por Juan Arratibel en 1977 a orillas de la playa donostiarra con el mismonombre y a lolargo de los años ha trascendido las fronteras guipuzcoanas para colocarse en primera línea en la península ibérica.
– Viernes por la tarde, calor, ni un alma en los pabellones que rodean la empresa y atendiendo a clientes extranjeros. Esto de la internacionalización tiene su caraB…
-– Sí, hoy en día no puedes desconectar nunca, porque los clientes son de todas partes y tienes que adaptarte a sus horarios. Al final estás todo el día pendiente del teléfono, pero bueno, tampocome agobia, al final la vida hoy en día impone que estés permanentemente conectada y aprendes a vivir con ello.
– Va a tomar elmandode una empresa con mucha antigüedad. ¿Dejará que siga como está o piensa introducir cambios?
– En realidad ya estamos inmersos en un cambio importante. Desde hace unos años a esta parte hemos ido realizando muchos cambios, siempre fabricando un producto base que son las mesas, las sillas y los taburetes, pero adaptándonos quizá un poco más a una realidad, a una coyuntura económica y a un momento cultural distinto.
– Imagino que la crisis ha impactado en este tipo de empresas.
– Absolutamente. Este es un sector vinculado cien por cien al mundo de la construcción y además ésta ha sido una empresa muy centrada en el mercado estatal, lo quenoshahecho mucho daño. Empezamos en 2008 con una bajada de ventas que nos hizo tener que plantearnos las cosas de otra manera. Por un lado, porque quieres salir al mundo con un producto competitivo pero interesante para los mercados, lo que ha hecho que cambiáramos un poco la tipología de producto que fabricamos. En sumomento estábamos muy centrados en equipar cocinas yloqueestamos haciendo estos años es intentar convertirnos en un proveedor más global, que tan pronto te pueda equipar una cocina, como una sala de espera, un restaurante o el salón de tu casa. Por otro lado, porque la nueva generación en la empresa, por los gustos, por la manera de entender la vida y de ver las cosas, nos hemos orientado quizá a un producto más de diseño, manteniendo la experiencia, la calidad y el saber hacer de la empresa, pero añadiendounplus. Se están haciendo un montón de cosas, cambios, sobre todo de lamano demihermana Nadia (arquitecta y diseñadora en la empresa).
– ¿Cómo ve ahora el futuro la nueva generación?
– Con optimismo, la verdad.
– ¿Notan cierta mejoría?
– A nivel estatal mucha mejoría no se nota, pero en nuestro caso teníamos mucho camino por hacer y vivimos una mejora gracias sobre todo a que la exportación está funcionando mejor.
– Muchas empresas han empezado a salir fuera ahora. ¿Cómo describiría la experiencia? ¿Qué cualidades cree que se requieren?
– Yo estoy centrada en el área comercial, lo que me hace tener que viajar mucho, conocer mercados nuevos, acompañar a agentes comerciales a hacer visitas a clientes, estar en ferias… Es una experiencia muy bonita y enriquecedora aunque con una importante contrapartida personal. En cuanto a las cualidades, creo que es importante ser muyabierto mentalmente y tratar deempatizar y aprender a escuchar, cualidades que quizás afianzas un poco más conforme pasa el tiempo y vas acumulando experiencia. Además de los idiomas, que por suerte aprendí ya desde que era pequeña.
¿Un camino escrito?
Sólo el 30% de las empresas familiares alcanzan la segunda generación, y de estas, sólo el 15% llega a los nietos. ¿ Pensó Nora Arratibel que formaría parte de un grupo tan reducido? «No puedo decir que no al 100%. Es cierto que esto es algo que ha ido pasando, pero sí que era algo posible porque al final esto es un negocio familiar que siempre ha formado parte de nuestra familia y de mi vida, además de ser algo que siempre me ha gustado». Aún así, añade, «no quería venir aquí directamente sin ninguna experiencia. Evidentemente esto era una empresa familiar y se perfilaba como el camino más directo. Pero quería tener otras experiencias y conocer otras empresas desde dentro para adquirir más experiencia y para venir aquí también de otra manera». Licenciada en Humanidades y Empresa por la universidad de Deusto de San Sebastián, antes de recalar en Ondarreta trabajó en Pamplona en una empresa dedicada a la fabricación de piezas de plástico.
– Prefería ver otras cosas antes de llegar a la empresa familiar hace...
– ... siete años. Pero no sólo por mí, también por todo el equipo, porque vieran que somos personas que estamos formadas y que somos válidas, y no que estas aquí por ser ‘hija de’, y eso te lleva tu tiempo también, tienes que demostrar cada día que eres válido.
– Claro. Imagino que la gente que trabaja aquí la conoce desde pequeña. ¿Cree que le costará más imponerse cuando sea gerente, que le puede dar problemas?
– No. Nocreo quemepueda dar problemas. Sí que es verdad que es una cuestión de confianza y la confianzano se adquiere deundía para otro. Al final, si quieres ser un ejemplo, tienes que demostrar diariamente que estás haciendo tu trabajo.
– Si tuviera que darme una visión general de los empresarios...
– Entérminos generales yo creo que la vida ha hecho que fueran personas muy de dentro, cerradas en algunas cuestiones, pero supongo que la vida y la situación actualnos hace y nos obliga a compartir más, a ser másabiertos, ahacer partícipe amás gente del proyecto y también a esperar cierta iniciativa de las personas de la empresa, lo que no siempre es fácil de conseguir porque los roles están al final muy arraigados.
– Su planteamiento describe una tendencia. ¿Se puede cambiar en una empresa familiar?
– Es difícil, hay que tener en cuenta que al final la cultura y la forma de hacer de una familia está muy impregnada dentro de la empresa, no sólo la de la familia propiamente dicha, también la de las personas que llevan muchísimos años. Pero hoy en día no queda otra.