La zona en donde está situada la calle Can Bernabé, podemos decir que es el epicentro del Oviedo clásico en donde el corazón de la ciudad late con fuerza con el deambular de sus habitantes por la reconocida zona comercial. Precisamente la Calle San Bernabé fue de las primeras en denominarse la “calle de los vinos” que fue el inicio de las populares “rutas de los vinos” que florearon por otras zonas.
Con anterioridad a esta denominación, la calle San Bernabé contó siempre con bares , restaurantes y casas de comidas muy reconocidas: Bar los González, La Campana, El Mesón del Pollo, Casa Montoto, Bar San Bernabé, Artabe, el Manantial y hasta el Marchica que daba a dos calles y tenía la entrada al comedor por San Bernabé.
Con el tiempo fueron desapareciendo algunos y abriendo otros. En aquella época los gustos gastronómicos eran distintos a los de ahora y por ejemplo, tenían fama ciertos platos de algunos restaurantes como la merluza a la cazuela, lengua a la riojana, manos de cerdo, fritos de sesos, pollo al ajillo….etc. Todo esto lo encontraba la clientela en esta calle, sin olvidarnos de los estupendos pinchos del Manantial que te servían dos camareros hermanos muy peculiares.
La Cofradía Doña Gontrodo tuvo su encuentro gastronómico del mes de noviembre en el Restaurante El Burladero, un negocio que cerró últimamente para hacer una restructuración del local, adaptándolo más a restaurante con la instalación del comedor en la entreplanta superior, en lugar de tener el comedor abajo tal como vino funcionando hasta ahora.
De todas las formas este restaurante ya venía precedido de cierta fama en su cocina. Posiblemente ahora los platos sean más sofisticados en su presentación, pero con la calidad acostumbrada.
Curiosamente, Oviedo que es una de las ciudades menos taurinos de nuestra piel de toro, que yo conozca, hay tres con nombres relativos a la fiesta nacional. “El Quinto de la Tarde” en la Plaza de Riego, “El Ruedo” en el alto de Buenavista y “El Burladero” que hoy nos ocupa. No estoy muy segura, pero creo que El Ruedo ya ha cerrado sus puertas definitivamente.
En este Burladero renovado figuran una serie de platos magníficamente “emplatados” donde por supuesto no falta el rabo de toro de lidia, que tiene muchos adeptos que vienen a degustarlo expresamente a esta casa.
Para este encuentro asistieron diez representantes de la cofradía, teniendo a María Engracia como invitada. El resto de las asistentes fueron: María Victoria, María Luisa Bengoa, Cari, Aránzazu, Ana Marta, María Luisa, Estela, Lidia, Cheres y Pilar.
Es norma de la cofradía el degustar el menú del día que comprende diferentes platos para escoger cada cual conforme a su gusto. En esta ocasión había como primeros lentejas (muy buenas) ensalada mixta y patatas rellenas de carne. Como segundo plato te ofrecían solomillo de cerdo ibérico sobre lecho de piña y pescadillas fritas con guarnición.
El postre consistió en tarta de chocolate, arroz con leche, tarta de manzana y otras variedades caseras. Se acompañó la comida con vino blanco y tinto de la casa, rematando los postres con café para acompañaren la sobremesa que como siempre fue amena y distendida.
El precio muy a tono teniendo en cuenta la calidad y el buen trato de la casa.
Se acordó el hacer la comida del próximo mes de diciembre en el club social de La Freneda, para que nos acompañe Ludi que está convaleciente y es vecina de la urbanización