El escritor Juan Madrid ha asegurado hoy en Santander que “toda novela es necesariamente política” porque en ella “siempre” existe una propuesta de “mirada” a la realidad, a la literatura y a las relaciones humanas. Para él narrar consiste en “librarse de los discursos únicos” y ofrecer una “interpretación” del mundo y de “su verdad” que no se refleja “en los periódicos o en la televisión”.
Así lo apuntó durante una rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) previa a su participación en el ciclo ‘Martes Literarios’ en el Paraninfo de La Magdalena donde señaló que la realidad está “modificada y disfrazada” y “quien tiene el caballo, la hacienda y la pistola tiene la palabra”.
En referencia a la llamada “literatura de altura” el autor de ‘Bares nocturnos’ dijo que este tipo de textos tienen una estructura “catatónica y ensimismada” en la que los personajes “tardan cincuenta páginas en subir una escalera”. Muchas veces, comentó, es “ilegible, pedante y solo se basa en un monólogo interior como si eso fuera importante”, añadió.
Por el contrario, Madrid defendió el papel de la novela negra que, a su juicio, es la que “mejor define” una sociedad como la actual en la que “el robo, el engaño o la mentira” forman parte de su idiosincrasia y en la que existe una relación “entre las cloacas y los altos despachos”.
En este sentido, el escritor se mostró contrariado con los nuevos cánones posmodernistas que defienden que el arte “no debe ser manchado por la política” y consideró está tendencia como “un grave error” porque, en su opinión, en el origen mismo de la literatura la burguesía utilizaba los textos, la canción o la música para “luchar por sus objetivos”.
El también guionista lamentó la situación actual que atraviesa el periodismo, profesión que, en su opinión, se está convirtiendo en algo que “no era antes”. Así, consideró que los medios de comunicación se han transformado en “bandas disputándose una ciudad” y sugirió volver a “la década prodigiosa” de mediados de los años 70 y principios de los 80.
A pesar de esto, Madrid reconoció que de su etapa como periodista aprendió “mucho”, entre otras cosas, a “ir al grano”, a “discernir” entre lo que era importante y lo que no y a “no andar por las ramas” a la hora de escribir