Madrid.-La técnico sanitario Teresa Romero, contagiada de ébola mientras cuidaba, como voluntaria, de los religiosos repatriados por el Gobierno español desde África, pudo abandonar esta tarde el prolongado aislamiento impuesto por la sanidad madrileña que la mantenía confinada en una planta del Hospital Carlos III. Al parecer, a Teresa aún no le han dado el alta, aunque se confía en que no se produzcan nuevas demoras.
La técnico sanitaria, además de sufrir la cadena de errores de la Administración sanitaria que se produjeron en la gestión de la conocida como 'crisis del ébola', fue víctima de una burda campaña de acusaciones infundadas, y desprestigio profesional y personal por parte de responsables politicos y medios afines al Gobierno, además de tener que enfrentar el hecho de que, sin analisis previos ni aparente justificación, se diese orden de matar a su perro, a diferencia de lo ocurrido en un caso similar en EE.UU.
FOTO: HOSPITAL CARLOS III/EUROPA PRESS