Responsables de Cogersa han aclarado este jueves que el sistema de higienización activa en continuo que propone IU como alternativa a la planta de incineración prevista es una tecnología "aún en fase experimental, no contrastada a escala industrial en ningún contexto real", a lo que ha sumado que podría duplicar la tarifa.

   A través de un comunicado, Cogersa ha matizado que esta tecnología se viene probando con pequeñas cantidades de residuos en el municipio madrileño de Rivas-Vaciamadrid, donde los resultados obtenidos por la empresa "no parecen aún haber alentado al Ayuntamiento a implantarlo por completo". Es más, ha recalcado que el municipio madrileño continua enviando la práctica totalidad de sus desechos mezclados a un vertedero.

   También ha puntualizado que este sistema con vapor de agua y altas presiones equivale a un tratamiento intermedio de la basura bruta, por lo que los residuos orgánicos resultantes no pueden ser empleados directamente como compost, porque están impregnados de restos contaminantes de otros materiales.

   A esto ha sumado que la mezcla esterilizada de los demás restos solo es la base para la fabricación de combustibles que después tendrán que ser valorizados energéticamente. Es por ello, que Cogersa ha dejado claro que no se evita la incineración, "sino que se sustituye la incineración convencional por la incineración con gas o gasificación".

   En cuanto a la tarifa de 25 euros que cifra IU para el tratamiento de una tonelada de residuo con este proceso, Cogersa ha remarcado que "apenas supondría una pequeña parte del proceso de tratamiento completo de la fracción resto". Por este motivo, ha considerado que el coste global del modelo de IU podría duplicar la tarifa del Plan Estratégico de Residuos del Gobierno del Principado (Perpa).

   En este sentido, ha resaltado que para conocer el precio verdadero de todo el proceso de gestión de los residuos mezclados habría que añadir el correspondiente a los pasos previos, como pueda ser la separación manual de plásticos o chatarras, y posteriores, entre los que están una nueva separación y limpieza de materiales, elaboración de combustible, gasificación, valorización energética o vertido.

   Cogersa, en este caso, ha estimado que el tratamiento global de la fracción resto que propone IU de Asturias "superaría con creces los precios estimados en el PERPA, e incluso podría llegar a duplicar la tarifa prevista para 2020".

   Por este motivo, se ha insistido en que de aceptar la propuesta de IU se incumpliría la máxima legal de garantizar el uso de tecnologías viables y contrastadas, así como el principio de eficiencia en la gestión pública, que se contempla en la Ley 22/2011 de Residuos y Suelos Contaminados.

   En esta línea, se ha remarcado que el Perpa apuesta por tecnologías contrastadas "desde el punto de vista ambiental y económico" y se ha dejado claro que ya se estudiaron todas las posibles alternativas para el tratamiento de los residuos.

   Por todo ello, se ha incidido en que el Plan de Residuos 2014-2024 apuesta por una combinación de métodos de tratamiento y tecnologías para el tratamiento de la fracción mezclada  --elaboración de combustible derivado de residuos y valorización energética--, que son las más probadas y contrastadas en Europa, las que han demostrado a lo largo de años su fiabilidad técnica, su viabilidad económica y su respeto al Medio Ambiente en los países más avanzados en esta materia, según Cogersa.

PROPUESTA DE IU

   Cabe recordar que IU defendió este pasado miércoles que el proceso de higienización activa en continuo costaría la mitad que la prevista de valorización energética, ocuparía la mitad de espacio y en la mitad de tiempo estaría ya a pleno rendimiento. Una propuesta que, según IU, es viable económica y ambientalmente y también evitaría el "tarifazo" de Cogersa, al contraponer los 25 euros por tonelada tratada de su sistema a los 75 previstos por el Consorcio.

   El coste de la instalación sería de 96.097.090 euros, menos de la mitad de la incineradora, para el tratamiento de 320.000 toneladas de fracción resto, que es la misma cantidad que Cogersa prevé incinerar. La planta propuesta estaría operativa 335 días al año las 24 horas y contaría con una vida útil de los equipos de 25 años y una amortización de los mismos a 20 años.

   También se precisarían 35.000 metros cuadrados, la mitad de ellos bajo techo y una vez que se adopte la decisión de su instalación, en 24 meses estaría ya en funcionamiento y en el tercer año lo haría al 100 por ciento. Además, se precisarían 144 trabajadores y no lanza emisiones contaminantes al basarse en vapor de agua.