Oviedo (E.P.).- El Principado de Asturias perdería 87.968 habitantes, un 8,3 por ciento, en los próximos 15 años en caso de mantenerse las tendencias demográficas actuales, según la proyección de la población de España 2014-2064 elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

   De este modo, la pérdida asturiana superaría en seis puntos a la media de España (2,2 por ciento) y situaría a la comunidad como la segunda con mayor pérdida de población relativa tras Castilla y León (9 por ciento).

   De esta forma, la población en el Principado no llegaría al millón de habitantes, reduciéndose hasta los 971.009 frente a los 1.058.976 actuales. De este modo, según las previsiones del INE Asturias continuará con una tendencia a la baja en el número de habitantes, que en 2002 --último dato recopilado por la estadística--  ascendía a los 1.062.796, lo que refleja un descenso del 0,4 por ciento en doce años.

   El INE subraya que la reducción de la población residente se debe, principalmente, al progresivo aumento de las defunciones y a la disminución de los nacimientos, un saldo vegetativo que será negativo en 14 de las 17 comunidades autónomas.

   La previsión arroja datos perjudiciales para Asturias, que se situaría en el periodo 2014-2029 como la comunidad autónoma con el saldo vegetativo --defunciones sobre nacimientos-- más bajo, alcanzando -106,3 por cada mil habitantes.

   Así, mientras este año habrá 6.157 defunciones más que nacimientos en la región, en 2028 este dato aumentará hasta los 7.656.

SALDO MIGRATORIO

   Por otra parte, de mantenerse las tendencias actuales, el saldo migratorio con el extranjero entre 2014 y 2029, en términos relativos, será positivo en diez comunidades.

   Entre ellas se encuentra el Principado de Asturias, con un crecimiento de población por migraciones de 15,9 por cada 1.000 habitantes, el tercero más importante de una tabla liderada por Canarias, con un 51,2 por ciento de incremento.

DATOS NACIONALES

   Por su parte, España perdería 1.022.852 habitantes (un 2,2%) en los próximos 15 años y más de 5,6 millones (un 12,1%) dentro de 50 años. De esta forma, la población se reduciría hasta los 45,8 millones en el año 2024 y los 40,9 millones en 2064. Para este año, si continúa la tendencia demográfica actual negativa iniciada en 2012, la población descendería un 0,15%.

   La reducción de la población residente se debe, principalmente, al progresivo aumento de las defunciones y a la disminución de los nacimientos, fenómeno que será especialmente acusado a partir de 2040, por lo que se produciría así un saldo vegetativo negativo desde el segundo año de la proyección (2015) y que no se vería compensado con el saldo migratorio, que sería positivo en el mismo periodo, con cerca de 2,5 millones de migraciones netas con el exterior.

   Además, el número de nacimientos seguiría reduciéndose en los próximos años, continuando con la tendencia iniciada en 2009 ya que, entre 2014 y 2028, nacerían en torno a 5,1 millones de niños, un 24,8% menos que en los 15 años previos. En 2029, la cifra anual de nacimientos habría descendido hasta 298.202, un 27,1% menos que en la actualidad.