La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, ha convocado una rueda de prensa con carácter de urgencia en Génova y ha mostrado su “profunda vergüenza” ante el caso operación “Púnica”, en la que se han visto implicados alcaldes populares. Aguirre ha afirmado que “no quiere eludir” su responsabilidad por en su día haber designado a Francisco Granados como secretario general del PP de Madrid, así como haberle permitido ostentar otros cargos en la Comunidad de Madrid, y por ello ha querido “pedir perdón a los madrileños por el error”, así como a los militantes por la designación. “Los ciudadanos quieren un partido limpio y tenemos que luchar para volver a serlo de carácter inmediato”, ha concluido Aguirre.