Oviedo (Asturias) E.P.-El escritor irlandés John Banville, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2014, ha defendido este viernes en la gala de entrega de los galardones que "la invención más trascendental de la humanidad es la frase".
"Han existido grandes civilizaciones ignorantes del concepto de la rueda, pero poseían la frase, pues sin ella no habrían sido ni grandes ni civilizadas. Con frases pensamos, especulamos, calculamos, imaginamos. Con frases declaramos nuestro amor, declaramos la guerra, prestamos juramento. Con frases afirmamos nuestro ser. Nuestras leyes están escritas con frases", ha señalado durante su discurso ante el auditorio del Teatro Campoamor de Oviedo.
John Banville, que ha calificado de "inmenso honor y placer" estar "en el corazón del Principado de Asturias", ha continuado aseverando que "no es desatinado afirmar que con frases está escrito nuestro mundo".
"Otros defenderán tesis distintas. El científico dirá que nuestro supremo logro como especie es la invención de las matemáticas. Y, ciertamente, el lenguaje de las matemáticas posee una sublime belleza. En su rigor radica su aliento", ha apuntado.
No obstante, ha insistido en que "el máximo aliento de la frase, y por ende del lenguaje, radica, precisa y gloriosamente, en su carencia de rigor". "Por sencilla, directa y clara que sea una frase, siempre se revelará ambigua. Y la ambigüedad es la esencia de la vida. El lenguaje de las frases abraza la realidad en un esfuerzo incesante por abarcarla, contenerla, expresarla. Vano esfuerzo, como debe ser. La esencia de la realidad se encuentra, esencialmente, fuera de nuestro alcance", ha argumentado.
"Podemos pensar que el lenguaje no pinta nada, pero pinta hermosas
realidades. Como escritores, afilamos nuestras frases para que alcancen el corazón de las cosas. Pero eso no sucederá, somos demasiado torpes. Sin embargo, perseveramos en nuestro intento de expresar la existencia, en nuestro intento de que quede expresada, en nuestro intento de expresarla con acierto", ha asegurado. "Nunca lo conseguiremos, pero como bien sabía mi compatriota Samuel Beckett, nuestra gloria estriba en persistir, desalentados, pero jamás vencidos", ha añadido.
Para Banville, "el esfuerzo no es vano, aunque cada punto final sea una admisión de fracaso". "Hablar es ser", ha aseverado. "He dedicado mi vida a batallar con las frases. No puedo imaginar existencia más privilegiada", ha concluido.