"No sabía que era posible, pero la historia de Bilbao muestra que los edificios pueden marcar la diferencia", ha asegurado.
Oviedo (E.P.) .-El arquitecto canadiense asentado en Estados Unidos Frank Gehry, Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2014, ha afirmado este jueves en Oviedo durante la rueda de prensa con motivo del galardón que "el 98% de los edificios que se hacen son pura mierda".
"En el mundo que vivimos, el 98 por ciento de los edificios que se hacen son pura mierda", ha dicho, calificándolos de "malditos edificios" para incidir en que no hay sensación "de diseño, ni de respeto por la humanidad, ni juicio, ni nada". No obstante, ha matizado que "de vez en cuando" hay una "pequeña cantidad de personas que hacen algo realmente relevante".
Gehry, que advirtió a los presentes de que estaba "cansado" tras el viaje hasta Asturias, ha protagonizado el momento más tenso de la edición de este año de los galardones al responder con una 'peineta' a la primera pregunta, relativa a las referencias a su obra como 'arquitectura del espectáculo'. Unos minutos y varias preguntas después, el premiado pidió disculpas al periodista por su actitud.
Sí contestó con buen tono aquellas cuestiones sobre una de sus obra más emblemáticas, el Museo Guggenheim de Bilbao, y su implicación en la trasformación de esta ciudad vasca pese a contar con un presupuesto "muy modesto --80 millones de euros--, que no fue excesivo ni pomposo". "No sabía que era posible, pero la historia de Bilbao muestra que los edificios pueden marcar la diferencia", ha asegurado, señalando también como ejemplo contemporáneo a la Ópera de Sydney.
"Tengo 85 años y sigo sin entender por qué esto sucede; simplemente me dedico a hacer mi trabajo", ha comentado para continuar asegurando que no puede decir de cual de sus proyectos se siente más orgulloso: "no se puede tener un hijo preferido".
Además, tras elogiar la historia arquitectónica de Europa, se ha referido a su reciente creación para la sede de la Fundación Louis Vuitton en París, que albergará un museo y cuya doble superficie, con partes opacas y otras de cristal, espera que se convierta con el tiempo en una "fachada viva" con aportaciones artísticas y pinturas de jóvenes y visitantes.