El senador Jesús Iglesias, que ha presentado una moción para prevenir la pobreza energética, alerta de próximas subidas de coste de este combustible y estima en 2 millones los posibles beneficiarios de esta ayuda al consumo de una energía con 7,3 millones de usuarios
Izquierda Unida ha solicitado al Gobierno la instauración de un bono social para los consumidores de gas más desfavorecidos y la revisión de las exigencias para poder beneficiarse del ya existente en electricidad. El senador de IU por Asturias, Jesús Iglesias, ha presentado una moción para dar respuesta a los incrementos del coste en gas y luz que se prevén y que dificultarán, aun más, el pago del suministro a una buena parte de las familias españolas. Así, según los datos barajados por el parlamentario, unos 2 millones de usuarios, de los 7,2 millones que tienen contratado gas natural en sus hogares, podrían beneficiarse de la medida, cuyo fin es prevenir la “pobreza energética”.
"Y es que en cuestiones de gas para el consumo domiciliario, se está produciendo una situación que amenaza con dejar sin suministro a familias enteras por la imposibilidad de asumir el aumento del precio, consecuencia del déficit tarifario que ya reconoce el Gobierno para el gas –estimado en 1.200 millones de euros-, a los que se añadirán otros 1.350 millones derivados del coste de la indemnización por la paralización del proyecto del depósito Castor y, más sorprendente, la indemnización que Gas Natural tiene que pagar a un socio argelino por valor de 140 millones de euros que también correrá a cargo de los clientes".
El senador señaló que "la comisión Europea ha demandado recientemente a España modificaciones en la estrategia energética para conseguir que se cumplan los objetivos fijados para el año 2020, al tiempo que se ponen en cuestión los castigos a las energías renovables impuestos por el Gobierno Rajoy y se pide un aumento de las interconexiones eléctricas con otros países".
La comisión, añadió Jesús Iglesias, "constata el bajo nivel de satisfacción de los consumidores españoles de energía, lo cual no es de extrañar", dijo, porque, "desde el inicio de la crisis, mientras el gasto familiar en la mayoría de los conceptos ha bajado, como consecuencia del descenso de ingresos, el desembolso en energía ha subido. De hecho, desde 2007 el gasto aumentó un 55%".
La reducción del gasto disponible familiar y el incremento de los precios de la energía ha llegado parejo a una reducción de los beneficiarios del bono social en electricidad que, entre 2011 y 2013 se han reducido en un 7,4%, es decir, 200.000 beneficiarios menos, "a pesar de que la situación objetiva familiar es hoy peor, pues esa bajada de bonificados no llega por una mejora de las economías domésticas sino por un cambio en los requisitos de acceso a esa cobertura social".