El Zoo de Oviedo rehabilita a un primate, Dunny, al que habían 'humanizado'

El Zoo de Oviedo rehabilita a un primate, Dunny, al que habían humanizado

El objetivo es que se comporte como el resto de animales de su especie. Su anterior dueña, no sólo lo bañaba a diario y le ponía colonia, sino que lo sentaba a la mesa a cenar.

 

Oviedo.-A veces, detrás de animales aparentemente felices, se esconden historias realmente tristes y lamentables. Esto es precisamente lo que le ha ocurrido a Dunny un primate de 7 años, que por la forma en la que le han tratado hasta llegar al zoo de Oviedo, hace unos días, y por su forma de comportarse, se podría decir que es un humano y no un mono.

 

La anterior dueña de Dunny, lo adquirió de manera ilegal cuando tan solo tenía unos meses de vida, desde entonces, y hasta ahora, lo bañó a diario, lo rociaba con colonias, y le ponía pañales durante todo el día permitiéndole andar a sus anchas por toda la casa, e incluso, se sentaba a la mesa a la hora de cenar, como uno más de la familia. Su único contacto con el exterior era lo que veía desde la terraza.

 

Hace dos meses la dueña de Dunny decidió comprarse un perro y pensó que no se llevaría bien con el primate por lo que buscó quien se hiciera cargo de él. Según Gonzalo Rubio, cuidador del zoo de Oviedo “Dunny ha tenido suerte porque aquí le vamos a dedicar el tiempo que sea necesario para que vuelva a ser un mono, en otros zoos no se habrían hecho cargo de él por la condición y el trabajo que existe detrás para su rehabilitación”.

 

Los primates son animales que con su inteligencia necesitan de estímulos muy distintos a los proporcionados en un piso y con educación humana, tal y como asegura Gonzalo Rubio “necesitan saltar, Sol, lluvia, no llevar pañales, no ponerles colonias, correr, en definitiva una educación muy distinta a la que Dunny ha recibido hasta ahora, pero lo más importante es tener la posibilidad de mantener contacto con otros primates, cosa que aquí en El Bosque es posible”

 

Dunny ya se ha librado de los pañales y en el zoo de Oviedo lo bañan con jabón, ni le dan de comer en la mesa, pero lo que sí necesita “es atención casi las 24 horas del día, ya que cuando está solo se pone a llorar y podría entrar en una depresión, cosa que no debemos de permitir” asegura Gonzalo.

 

La primera vez que Dunny entró en un recinto de primates, se subió a uno de sus árboles, y cuando llegó arriba se puso a temblar del miedo, pero dice Gonzalo Rubio que “en estos pocos días que lleva con nosotros hemos visto un cambio positivo, ya ha hecho amistad con uno de nuestros macacos, y de vez en cuando se acicalan mutuamente, un comportamiento normal en primates. Además, ya hemos escuchado sus primeras palabras de mono, en forma de tonos, algo que según su anterior dueña nunca había oído, y es lógico porque la conducta de estos animales no es colo genética, sino también adquirida de otros primates, pero Dunny nunca tuvo esa oportunidad, el pobre nunca había escuchado ni reproducido sonidos de mono”.

 

Ahora en el zoo de Oviedo se esfuerzan y siguen trabajando en convertir a Dunny en lo que es, un primate, algo que solo se consigue con esfuerzo, trabajo y etología aplicada, asegura Gonzalo, quien también afirma que “hacerle sentir bien a él nos reconforta a nosotros, pero el daño está causado, intentaremos repararlo en la medida de lo posible”

 

La mayoría de los primates, así como muchas otras especies de las que viven en el Núcleo Zoológico “El Bosque”, son animales rescatados, muchos de ellos maltratados, otros decomisados.

 

Por otro lado, los perritos de las praderas que llegaron al zoo de Oviedo hace un par de semanas ya están perfectamente instalados en su recinto, donde viven felices, muy bien adaptados y es fácil verlos correteando.

 

 

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