Gijón (E.P.) .-Agentes de la Guardia Civil han informado este martes del decomiso de 21 armas, dos cepos, ocho 'nunchacos', una vaina de granada y un cristo de marfil en la XV Edición de la Feria de Desembalaje de Antigüedades de Asturias, que se celebró este año en el recinto ferial Luis Adaro de Gijón.
Inicialmente existía la sospecha de la existencia de comercio de marfil de manera ilegal. Así, la Guardia Civil decidió realizar una inspección en los puestos de la feria.
En la misma, la Guardia Civil detectó un total de cuatro expositores en los que se podían ver armas y otros efectos a la venta, la cual se encuentra en unos casos prohibida y en otros sujeta a restricciones.
Estos comerciales, que además de Asturias, procedían de distintos puntos de España, como La Rioja, Navarra, Alicante, ofrecían artículos como una vaina de granada explosiva, por el precio de 100 euros, un cristo de marfil por el precio de 1.000 euros y armas antiguas que podrían valorarse entre 150 y 300 euros.
Así, en uno de los stands, se encontró una figura de un cristo en marfil, sin la documentación necesaria que establece el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES), firmado en Washington en 1973. Esta pieza, podría alcanzar hasta 1.000 euros en el mercado.
Su tenencia, constituye una infracción administrativa a la Ley de Contrabando, procediéndose a su incautación a disposición del Administrador de Aduanas de Impuestos Especiales.
Una vaina de granada de mortero se encontró en otro de los expositores. Y en otros dos un total de 21 armas. De ellas, tres eran escopetas y dos fusiles, valoradas en unos 1.500 euros. Localizaron 16 pistolas, armas antiguas que podrían alcanzar en el mercado unos 1.400 euros.
En relación a la vaina de la granada su posesión, al no encontrarse certificada como inutilizada, constituye una infracción al Reglamento de Armas. Lo mismo ocurre con las armas de fuego tanto cortas como largas, las cuales a pesar de su antigüedad deben estar documentadas mediante el correspondiente Libro de Coleccionista o Guía de Pertenencia, documentos estos de los que carecían los vendedores, así como de la correspondiente autorización para su comercialización. También se intervinieron ocho 'nunchacos', al considerarse arma prohibida.
Pero no todos los efectos estaban a la vista. En uno de los estands, en concreto el que ofrecía los cepos, al ser un producto cuya venta esta prohibida, lo hacían de manera reservada, encontrándose ocultos a la vista en el interior de los mostradores, siendo detectados en unas cajas en el momento de la inspección.