Tal como debe se ser, el pasado día 8 de este mes de octubre, las señoras de la Cofradía Doña Gontrodo hicieron  su ya tradicional excursión a Covadonga, con paseo por la ciudad de  Cangas de Onis , capital del Reino de Asturias, en donde falleció el Rey Pelayo, primer monarca de nuestro Principado.    Un microbus de Hortal, fue lo suficiente para transportar a los expedicionarios que fueron once, teniendo en cuenta que 2 de los viajeros eran maridos de algunas cofrades, la otra viajera era Tita, una buena amiga de Margarita y completaron la cuenta Gustavo y Paloma. Se me olvidaba el reseñar, que los señores consortes de las cofrades eran  Octavio y Armando.

    Como cofrades oficiales viajaron: Maricarmen, Margarita, Cheres, Lidia, Maria Luisa y Estela que por ser oriunda de la tierra, fue la encargada de preparar el  siguiente programa: Desde la Plaza de América nos pusimos en marcha hacia Covadonga para asistir a la misa en la gruta al pie de la Santina.

    La oficiaba el señor arzobispo de Oviedo Jesús Sanz Montes ya que entre los asistentes se encontraba autoridades civiles y eclesiásticas, tales como el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz y el delegado del Gobierno y exalcalde de Oviedo Gabino de Lorenzo. Después de una visita a la basílica y tomar unas fotos como recuerdo, las cofrades se desplazaron hasta Cangas de Onis para hacer alguna compra y por supuesto,  aprovechar el que la llegada era a la hora del vermouth, para tomar un refrigerio en la terraza de Los Arcos.  

A las tres nos trasladamos al Restaurante Casa Pedro, en San Juan de Parres, que fue el restaurante recomendado por la cofrade Estela. Lo cierto es que acertó de pleno en la elección, puesto que la comida estuvo estupenda y el trato magnífico. El comedor bajo el hórreo, fue un escenario la mar de típico, acorde con el menú tradicional de la casa, que consistió en: un aperitivo en vaso de chupito de una brandada de bacalao y sobre ella una crema de boletus y rematada con birutas de jamon serrano como crujiente, croquetas de jamón serrano y queso gamoneu, cebollas rellenas de carne,- cordero xaldu y merluza rellena de marisco- en sustitución de otro plato a elección. El postre fue arroz con leche requemado y tarta de queso. 

    Vinos blanco, tinto, casera y cafe.

    La curiosa presentación de los platos y la magnífica elaboración de los mismos, denotaba la mano de un buen chez y este no podía ser otro que Cristian Diego hijo del propietario Pedro y Yolanda , forjado en prestigiosos fogones y con un futuro estupendo.

    A una hora prudencial, nos acercamos hasta el bus para regresar a Oviedo. Por cierto que el conductor de Autocares Hortal estuvo siempre solícito y amable y nos trajo de nuevo a Oviedo perfectamente y sin ningún incidente.

    Una excursión agradable donde reinó la buena armonía y con la promesa de volver a programar otra para el año que viene.